Abrí mis ojos al sentir un fuerte golpe a mi lado. No dudé ni un segundo en despegar mi cuerpo de la cama y pararme firmemente, casi tan igual a un soldado.
Lo vi observarme con atención y temblé en mi lugar. Hacía tiempo no me sentía tan nerviosa y a la vez tan vulnerable. Su rostro no me decía nada, sólo que, quizás, había cometido un error.
—¿Acaso estás jugando conmigo, Beckman? —Preguntó, acercándose a mí peligrosamente.
—Sólo...estaba cansada.
Tensó su mandíbula. —No dormirás hasta que la sala y la cocina estén completamente limpias.
—¿Qué? —Atiné a preguntar al ver que daba media vuelta y se dirigía hasta la puerta.
—Y no subas a mi habitación, estaré ocupado. —Finalizó, dejándome con el impulso de maldecirlo en voz alta.
Desapareció de mi vista y tallé mis ojos. No sabía si había dormido durante varios minutos o varias horas, la única pista que tenía era que Justin seguía vestido con su traje formal y su rostro se notaba agotado. Pero sabía a qué se refería con no subir a su habitación.
Estaba segura que una de esas mujeres había captado su atención. Todas eran altas, esbeltas y bellas. Parecían salidas de Miss Universo.
Me coloqué calcetines de invierno y botas, y luego salí de la habitación, encaminándome hacia la cocina. Comencé a lavar los trastes con cautela, intentando no hacer enfurecer aún más a Justin.
Al terminar, continué con la sala y el comedor. Mis ojos se dirigieron hacia el reloj de pared sobre la chimenea y quise sonreír. Hacía tiempo no veía la hora. Me sentía un poco más...orientada.
Eran exactamente las seis de la mañana, pero el sol aún no tenía pensado aparecer. Me mantenía tranquila el hecho de estar sola un rato. Justin estaría "ocupado" y Ryan...de seguro estaba ebrio en algún lugar desconocido.
Sólo era yo con mis pensamientos.
Cuando mis padres se iban de viaje de negocios, me gustaba invitar a las personas más populares de la preparatoria y pasar con ellos el rato. Nunca se me cruzaba por la cabeza quedarme sola, ni siquiera por un minuto. Ahora quería reírme de mí misma y de lo falsa que era mi vida hasta entonces.
Los populares, incluyéndome, solíamos estar en grupo sólo por el qué dirán. A veces olvidaba sus nombres, a veces hacía el papel de "novia" del capitán del equipo de fútbol americano sólo para captar la atención de todos. Él ni siquiera besaba bien.
No había tenido en cuenta que esa "realidad" en la que estaba viviendo no duraría para siempre.
Y por eso estaba aquí. A decir verdad, no sabía muy bien qué era lo que Justin y Ryan buscaban de mí. Lo único que podía ofrecerles era dinero, no tenía nada especial que pudiera hacerlos felices. Yo era una simple popular más.
Recuerdo los rumores que corrían casi siempre en la preparatoria; todos eran sobre Justin y su "misteriosa" vida detrás de ese rostro bonito. Las personas solían murmurar que llevaba armas a la preparatoria, que era capaz de atentar contra todos si alguien lo molestaba, y que detrás de su mirada seria y despreocupada había sólo tristeza.
Mis dudas comenzaban a crecer en torno a los rumores sobre la muerte de su madre. No era un tema que alguien tocaría sin antes disculparse por ello, mucho menos sabiendo que era Justin quien respondería (o no) aquella pregunta.
En realidad, no me importaba...no hasta ahora. Estaba comenzando a observarlo más detalladamente, sus acciones y palabras parecían estar fríamente calculadas. Todo lo tenía bajo control, y sentía que aquello me molestaba mucho. Él necesitaba preocuparse, lo veía en su mirada.
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Su víctima»Jb. |Finalizada.
FanfictionProhibida su copia y/o adaptación total/parcial.