XV

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¿Por qué esos dos idiotas se empeñaban en encerrarlo con Hikaru y más en pleno verano? Odiaba en este instante a su amiga
-¡Hika! ¡Abre!- exclamó
-¡No! ¡Porque si te abro me pegas y me tiras piedras!-
-¡No lo voy a hacer!
Mentira, como te pille te sepulto en piedras-
-¡No me fío!-

¿Cómo habían llegado a esta situación? Pues hoy el joven protagonista de esta historia le confesó a su amiga que  gustaba de su hermano mayor, ella, al contrario de lo que haría una persona normal, se puso a gritar diciendo que haría todo lo posible para que su hermano mayor admitiera que era el amor de su vida. Entonces ideó un plan con Hisoka que era su mellizo, y con tal de ver a Hikaru hecho un tomate viviente los habían en la  encerrado en la habitación del mayor.

Volviendo al presente, ambos chicos estaban sentados en la cama del mayor
-Ethan, ¿Sabes por qué nos han encerrado esos dos?- preguntó el joven felino, el menor de ambos lo observó detenidamente
-No, ¿Y te has cortado el pelo?-  preguntó dudoso
-¿Te has dado cuenta? Eres observador- dijo lo más tranquilo que podía
-Sí... Me gusta observar el mínimo detalle- dijo el castaño de ojos miel y no mentía, si se trabajaba de él podía pasar horas observandolo -.Me he fijado que tienes la punta de la cola y los ojos algo oscuro, ¿Por qué?- el chico con más de veinte pecas desvío la mirada con un leve rubor
-No es importa... ¡¿P-Por qué haces eso?!- exclamó al ver como su acompañante se desabotonaba la camisa del uniforme
-Hace calor y la camisa del uniforme da calor. Por la mañana fui a la academia, estuvo bien- terminó de quitarse la camisa dejando ver su torso desnudo
-¡¿P-Por qué me pasa esto a mí?! ¡Y encina cuando estoy en celo! Dios... aunque para no trabajar su cuerpo está bastante bien... ¡¿Pero qué pienso?! Es un idiota al que le gusta fastidiarme... Pero joder... Me atrae y quiero quitarme esta sensación del cuerpo...- quiso ver en él las mismas reacciones que tenía, quería escucharle pedir más de él.

Se quitó la camiseta y en cuestión de segundos se encontraba encima de Ethan, besando con lujuria sus labios
-H-Hikaru...- logró pronunciar entre besos, el chico empezó a dar un recorrido desde su mandíbula hasta su cuello
-Te vas a estar quietecito y te vas a dejar hacer- habló lujurioso en su oído
-Oye gatito...- dejó el comentario al aire y dio la vuelta a la situación con la única diferencia de que tenía inmovilizado al felino sujetando sus manos por encima de la cabeza
-Maldita sea...- dijo intentando liberarse del agarre
-¿Qué soy para ti...? ¿Un amigo, un compañero, alguien especial o... alguien con quien desahogarte sexualmente...? Te conté lo que me hacía mi madre... Te he confiado varias cosas... ¿Y me lo pagas así...? No sé como pude... enamorarme de ti- Pensó lo último aparentando con fuerza las muñecas del joven
-Ethan...- fue lo único que salió de sí, y se quedó en su cama inmóvil aún tras marcharse el joven -.Soy un idiota...- dijo derramado lágrimas, le dolía el corazón
-¿Ahora te das cuenta?- dijo la voz de su hermana menor resonando en su cabeza.

Tras aquél suceso, quiso acercarse en varias ocasiones, más siempre había algún inconveniente y hoy no era la excepción
-Vamos Ethan~- decía una pelirroja de ojos grisáceos, esa chica estaba recolgada del cuello del joven de ojos miel
-P-Pero...- Hikaru estaba a punto de perder los estribos y más si esa chica no dejaba de estar de cariñosa con su amigo
-¡No seas malo!- ¿Acaso esa insoportable no sabía leer el ambiente?
-Perdón, pero me lo tengo que llevar- dijo agarrando la mano de Ethan y sin darle tiempo  a responder lo llevó a su casa ante la, divertida, mirada de la chica que tras ver como salían de su campo de visión llamó a una amiga
-¿Hika? Ya van para la casa~-

Una vez en la casa lo llevó hasta su habitación y cerró la puerta
-Hikaru...- el mencionado sólo apoyó su cabeza en su regazo y llevó la mano del contrario hasta su cabeza
-Dices que te tranquiliza acariciarme la cabeza, y aunque no me guste que me acarices haré una excepción- dijo, más su cuerpo contradecía sus palabras anteriormente dichas tras empezar a ronronear felizmente
-Si no te guste que te acaricie, ¿Por qué ronroneas gatito?~-  el chico se sonrojó ante el comentario más no pudo evitar seguir con los ronroneos
-Eres muy importante para mí y perdón por lo de aquél día... Me pillaste en mitad de un celo... Aunque no me importaría volver a besarte... ¡¿Qué mierdas pienso?!- su rostro enrojeció más ante sus pensamientos

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