Historias Alternativas

XXIII

-Pumpkin, little Pumpkin ¡Rubia!- me asusté ante el grito y vi a la pelirroja sacándome la lengua con burla
-Sandy cada día te pareces más a Cherry...- mascullé entre dientes mirando a los orbes celestes de mi amiga
-Pues yo estoy aprendiendo de ti, Darling~- me reí y abracé a la pelirroja, en cuestión de pocos meses nos habíamos hecho inseparables
-¡Me siento desplazada!- exclamó una castaña con drama, esta niña como siempre
-No seas infantil, tú eres mi amiga, Sandy es mi gemela- dije con burla, ambas reímos ante el comentario
-Ahora que lo dices... Pues os parecéis un montón, si no fuera porque ella es pelirroja seríais idénticas- nos miramos fijamente a los ojos y tuve que darle la razón a la loca que tengo por amiga
-Bueno, estamos aquí para hablar del novio de Sandy~- ¿Mi gemela perdida se ha echado novio y no me ha dicho nada? Que malvada
-¡No es mi novio! Sólo somos amigos...- murmuró jugando con un mechón rojizo, sentía cierta envidia y no sabía porqué
-Ara~  ¡Mi gemela perdida se echa novio antes que yo!-
-¡Qué te calles!- me reía feliz ante la escena.

Luego volví a mi casa y vi el peluche que tenía para dormir desde que era niña
-Un pequeño diablillo...- sonreí involuntariamente, por alguna extraña razón sentía mucho apego a ese peluche que me regaló mi prima/hermana/amiga/lo que sea de pelo negro rizado, Marella si lees este diario o lo que sea, quiero decirte que te amo.

-¡¿Por qué tengo que usar uniforme?!- me llevaba quejando desde que salí de casa
-¡Qué te calles, petarda! ¡Suficiente tengo con aguantar a mi bebé en clase!-  Me regañó mi hermana pequeña de doce años... -. Hablando del Rey de Roma... ¡Bebé!- se acercó al moreno de ojos azules para abrazarlo, pero al momento en que fue a darle un beso en la mejilla él giró su cabeza y se han dado un beso en los labios
-Pero si se nota que están enamorados~-
-A mi hermanito parece haberle gustado~- miré a Mar y vi su sonrisa pícara al ver la escena, ay los shippeamos desde que esos dos se conocieron.

¡Maldigo medir metro y medio! No veo donde me ha tocado...
-¡Pumpkin!- miré hacia donde me llamaban y vi a la pelirroja, (que iba muy bonita con su pelo atado en dos coletas), levantando la mano
-¿Pasa algo?- pregunté
-Estamos en la misma clase, rubia- te juro, (quien sea que lea esto) que escuché los ángeles cantar. ¿Estar otro año junto con Cherry y Sandy? ¡Es lo mejor!.

Ok, esto no me lo esperaba. ¿Quién es ese chico castaño? Se me hace conocido y... ¿Qué me pasa? ¿Por qué siento mi corazón latir más rápido al ver como me sonríe?
-¡Rubia! ¡Estás embobada!- Mar, te mato.

Intercambio de clase y me encuentro persiguiendo a mi futura cuñada por los pasillos, ella corre como si la fuese a matar y ¿Qué cosas? Lo voy a hacer

-Marella, voy a por ti- los que me conocían del anterior Instituto están acojonados
-Oye preciosa, ¿No crees que...?- el chico que se puso en mi camino está en el suelo

-Darling, Escucha con las orejas de plástico que tienes. No te metas en mi camino- el chico asintió y yo seguí mi camino, de reojo vi como Sandy agarraba a un chico de cabellera castaña clara y ojos verdosos, hacía bien.

-Eli, sabes que te amo. Pero, ¿Hace falta que me lleves como un saco de papas?- el pelirrojo me dejó en mi asiento y tras darme un beso en la frente y otro a su hermana se fue.

-¿Qué?-  fue lo único que salió de mi boca al escuchar la explicación de la filosofía, debido a mi escasa estatura me encontraba en primera fila al lado de Sandy. La pobre estaba igual que yo... ¿Por qué se ríe la maestra? ¿Acaso nos odia? Siento que esta asignatura y yo no nos vamos a llevar bien...