LV

19 1 2
                                    

Una joven de cabellera del alba maquillaba a un chico peliazul con cuernos y marcas.

El menor de los Koizumi se quedó dormido estudiando para los exámenes finales del trimestre. Ella había venido a ayudarle a estudiar, grande fue su sorpresa al verlo tranquilamente dormido y eso que no era ni las cinco de la tarde.

—Me estás quedando divino~— dijo para sus adentros mientras le seguía maquillando sentada en su regazo.

Tras terminar le sacó una foto y se la mandó a su hermana mayor, la rubia había aprendido muy bien de su familia.

—Vamos Dylan, despierta...— movía al chico para despertarlo

—Cinco minutos más...

—No, vamos, despierta— el peliazul abrazó a la chica, que estaba sentada en su regazo, con cariño —.Este niño...

—¿Por qué no le das un beso en los labios para despertado~?— dijo una joven peliazul de 26 años

—Prima, con eso no despierto a la bella durmiente— rodó los ojos y empezó a hacerle cosquillas, pero el chico la abrazó más

—Sol...— murmuró  el peliazul. La rubia empezaba a perder la paciencia

—Bebé, despierta.

—Sol, ¿Me dejas probar a despertarle?— la rubia dudó un momento, pero asintió y se separó del joven.

—¡DYLAN  LEVANTATE!— la joven peliazul tiró a su hermano del sofá evitando reír al verlo vestido de princesa. Se giró a su prima que se reía ante la escena —. Ya sabes Sol, así se levanta a un dormilón— dijo orgullosa de si misma

—Sí, ya sé como levantar al bicho pasivo que tienes por hermano en un futuro— dijo entre risas, el peliazul infló sus mejillas

—¡No soy pasivo!— exclamó cruzado de brazos. La rubia lo miró con una sonrisa

— Vamos, si sabes perfectamente que te dejarías hacer~ — la chica se acercó al único varón de la sala y le sonrió —Además de que estás muy bonito muerto de vergüenza, me alegra que sólo tengas ojos para mí, así no me tengo que preocupar por las demás~— le guiñó un ojo al chico, haciendo que su cara enrojeciera hasta ser casi un tomate

—¿Ya sois novios y no me habéis dicho nada~?— el rostro del chico pasó a ser un tomate ante la idea de ser el novio de la rubia y la chica sólo soltó una suave risa ante el comentario de su prima peliazul.

—No, aún no, por ahora tan sólo es mi hermanito bebé.

—¿Por ahora~?

—Sip, porque como la princesita no apruebe el trimestre me voy a dedicar a darle palos hasta que me aburra— sonrió inocente y ante el mote el chico se miró y salió a quitarse el vestido de princesa que le había puesto su hermana mayor y el maquillaje por parte de la rubia.

—¡Amane, te odio!— dijo en el baño sacando una risa a ambas chicas.

—Vamos a ver... Entonces es así, ¿No?— le enseñó el resultado a la rubia que le pegó un cogotazo —. Au... ¿Y eso?

—Vamos a ver... ¡Esta es la duodécima vez que te digo que no es así! ¡A la próxima te meto con el libro en la cabeza!

Historias AlternativasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora