LXI

21 2 0
                                    

Se podía decir que él no era el mejor, pero desde hace un tiempo no podía despegar su mirada de ese chico.

Desde que empezaron a volverse cercanos sentía cosas extrañas.

Por ejemplo, ya no disfrutaba en la cama con otros chicos.  Tampoco intenta añadir a más chicos a la lista de sus conquistas.

—¿Me habré enamorado...?— se preguntó.

—¿De quién te has enamorado?— preguntó el causante de  sus males.

Lo miró, no le era raro encontrárselo en la calle. Aunque le extrañó que se sostuviera el hombro.

—¿Qué haces aquí? Pensaba que iba a visitar a tu familia— sentía envidia, él no tenía buena relación con sus padres. Aunque tras su comentario, aquel moreno forzó una pequeña sonrisa.

—Vengo de allí, ¿Me dejas pasar a mi casa?— asintió y se apartó dejando entrar al chico. Cuándo este apartó la mano de su hombro notó que estaba lleno de un líquido rojizo —.¿Quieres entrar?— sabía que lo decía por cortesía, pero necesitaba saber que le había pasado.

—Sí, Gracias.

Entraron a la casa del más alto y se sentaron en el sofá.

Podía notar como no quería que estuviera allí, que quería que se fuera. No le iba a dar ese gusto.

—¿Y tus padres?— su acompañante calló y bajo la cabeza.

—Vengo de visitar su casa... Esta era la casa de mi hermano mayor... Pero él trabaja en otra ciudad y tiene una esposa... A veces vienen y se quedan unos días...— en su tono de voz se le notaba la soledad en la que vivía. Aún así, quería saber más de él.

—¿Por qué no vives con tus padres?— hubo silencio. No quería responder —A mí me gustaría irme a vivir lejos de mis padres— se sinceró con él, rogando que le diera la suficiente confianza para contarle sus problemas y de paso volverse más cercanos.

—¿Por qué?

—Mis padres me tienen asco desde que nací, querían una niña. Aún así, me trataron bien hasta que se dieron cuenta que no me gustaban las mujeres, desde entonces me han tratado con frialdad. Como sabrás busqué el amor que no me dieron en los brazos de otras personas, acostandome con quien quisiera sin importarme sus sentimientos... Pero últimamente no me siento cómodo haciendo eso...— suspiró con un nudo en la garganta. Ahora que se ponía pensar, había sido bastante cruel con algunos chicos.

—¿Eso es porque te has enamorado?— asintió apoyando su cabeza en el sofá.

—Estoy ahorrando para mudarme en cuanto cumpla dieciocho, mis tíos y mis abuelos me dan dinero cuando me ven— cerró sus ojos intentando no llorar.

—A mí me pasa algo parecido a ti... Me odian por ser gay...— lo miró con dolor y comprensión. También con una pizca de esperanza, quizás podía conquistarlo —. Mi madre alejó a mi padre de toda su familia y la familia de mi madre es extremadamente religiosa, pero de los malos... Viven de apariencias... Mi hermano es el único que me quiere... Pero yo intento llevarme bien con mis padres...— lágrimas empezaron a caer por las mejillas de su acompañante y él lo abrazó con cariño y fuerza. Matthew empezó a sollozar con su cara escondida en su acompañante —.Pero ellos no me quieren ver... Dicen que le doy vergüenza y que se sienten muy decepcionados de mí...— rompió a llorar sin poder evitarlo, era la primera vez que ambos chicos se desahogaban entre lágrimas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 22, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Historias AlternativasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora