Estaba más animado después de hablar con su prima y que le diera algo de cariño.
Aunque aún seguía con esa idea rondando en su cabeza, ¿Y si aquella cosa tenía razón?
Sacudió su cabeza y abrazó más a aquella diablilla, había querido dormir juntos y ella aceptó.
—Nee Diya, te amo mucho, eres mi primita favorita— le dio un cariñoso beso en la mejilla y cerró sus ojos.
°°°°
Estaba en un lugar extraño, no era la casa de aquellas personas, ni el infierno, aunque pareciera eso último.
El olor a sangre inundaba sus fosas nasales, se puso la bufanda que llevaba cubriendo toda su cara hasta los ojos y decidió caminar entre los cuerpos de aquellas personas que habían luchado.
Llevaba un rato caminando, le dolía los pies
—Vaya... Tú no deberías estar aquí... Es peligroso...— dijo una niña que apareció de la nada haciendo que el demonio infante retrocediera
—¿Quién eres? ¿Y cómo te has metido en mi sueño?— tartamudeó. La niña le agarró la mano y con un chasquido cambió el paisaje.
—Hibiki eras, ¿No?— Habló la niña de cabellera azulina tirando a violeta
—Sí...
—¿Quieres vivir?
—¡Sí! ¡Le tengo que hacer más cosquillas a Diya!— la niña rió
—Tranquilo, voy a encargarme de que vivas. Pero quería estar segura de tus deseos de vivir.
—¿Y cómo me ayudarás?
—Pues iré hacia ti, quiero ayudarte a ser feliz. Querías ser novio de Aiko si mal no me acuerdo, ¿No?— soltó una suave risa al ver las mejillas del niño enrojecer
—S-Sí... Pero no hace tanta falta... No quiero que acabemos mal y dejemos de llevarnos bien...
—Te aseguro que eso no pasará, no terminaréis mal. Me encargaré de ser la vigía de tus sueños y tu vida.
—¿Por qué haces esto?
—Me gustan los Happy Ending.
—Amm... Extraño...
—He sido creada al tener tú un sinfín de Bad Ending. Mi creador ama los finales felices y me encargaré que tengas el final que te mereces.
—G-Gracias...
—Pero primero tenemos algo que hacer con esa pesadilla que tienes... ¡Ya sé! Haré que la olvides— se acercó al niño y extendió sus pequeñas alas blancas y bloqueó el recuerdo
—Eres rara...
—Mira quién fue a hablar— vio como el niño infló sus mejillas para desaparecer. Había empezado a soñar otra vez —. Me alegro de que sueñes, quiero enmendar lo que te hice... Te juro que tendrás tu Happy Ending... Te lo prometo...
Hermanito...
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Historias Alternativas
Random"Empezó como un escape de la realidad, quería escapar de éste lugar, por eso empecé a escribir en este libro de tapa rojiza. No sé cuánto tiempo aguantaré vivo, pero no quiero que este libro muera conmigo. Tras mi muerte pasarle el libro a otra per...