Tahomaru observó Banmon, el zorro demonio continuaba sin aparecer. Por el contrario ahora debían lidiar con la lluvia y las gélidas ventiscas que soplaban llenas de fiereza intentando mermar el corazón de los que intentaban guarecerse bajo los árboles. Dororo se rodeó en brazos cerrando sus ojos e intentando conservar algo del poco calor que aún mantenía.
-Dororo-
Hyakkimaru extendió el haori en dirección de la pequeña en un intento de cubrirla y Tahomaru estaba cerca de hacer lo mismo, hasta que ambos fueron adelantados por Mutsu que colocó una de las tres mantas que llevo consigo, mayormente utilizadas cuando fuera necesario dormir en las afueras, sobre los hombros de Dororo quien tardó en reaccionar.
-¡Yo nunca dije tener frio!-
-Ni tampoco que no lo tuvieras ¿O sí?-
-Bueno no...pero ¿Por qué una manta?-
-En situaciones como estas son necesarias-caminó hasta Hyogo sin mojarse gracias a los arboles por los que decidía caminar, que poseían una frondosidad mayor al resto-ten, póntela-
-Yo no...-dijo Sukeroku.
-El joven amo esta cuidando de ti, de haber estado cerca hubieras sido el primero que tendría su haori para cubrirte del frío. Ahora, tu seguridad es importante para él, no lo olvides ¿De acuerdo?-
Mutsu extendió la manta, Sukeroku la tomó aun mostrándose dubitativo, pero comprendiendo que no aceptaría un no como respuesta. Hyogo abrió un poco los labios con intenciones de decir algo pero ella le entrego la manta.
-Hermana...-
-No digas nada, necesitas de esto-
-El frio no es problemas, tú...-
-Como mi hermano menor estas cosas deberían ser típicas ¿Verdad? Ahora solo descansa un poco. Cuando llegue ese demonio tendremos que enfrentarlo junto al joven amo y eso sucederá en cualquier instante-
-Hermana por favor....-
-Ponte la manta-
Ella tomó asiento bajo los árboles cruzando los brazos guardando el calor que aún estaba en su cuerpo. Colocó sus brazos sobre las piernas frunciendo notoriamente el ceño antes de volverse a Tahomaru.
-No tenía que darme esto-
-Mutsu es así-
-¿Cómo? ¿Suele decidir por el resto?-
-No. Suele cuidar del resto-dijo Tahomaru esbozando una rápida sonrisa-desde muy pequeña lo hizo con Hyogo, siendo su hermano menor...-
-¿Es el menor?-dijo sorprendida-
-No lo parecen-suspiró recordando que en su comienzo aun tratándose de niños, el mismo asumió que ella era la hermana menor entre ambos hermanos traídos por su padre como la guardia que lo acompañaría.
-Para nada...pero eso no explica ¿Por qué?-
Mutsu fue la primera en estar en desacuerdo por ayudar a Sukeroku además de negarse a aceptar que Dororo se expusiera al peligro considerando sin fundamento su presencia en ese lugar tan peligroso.
-Ella ni nos quería aquí-
-Es su forma de preocuparse-
-¿Preocuparse? ¿Por si arruinábamos su misión?-
-Nada de eso, ella se preocupa por ustedes-
-¿¡Que?! ¡Nosotros! Pero con todo lo que dijo... ¡Ni nos conoce!-
