Las cosas no mejoraron al día siguiente, su mente aún estaba alejada de los entrenamientos, de su vida cotidiana en casa volviendo al bosque, el sentir que rememoraba del beso con Hyakkimaru provocaba un dolor y al mismo tiempo un palpitar constante en su corazón. La espada de madera cayó de sus manos, el certero golpe de Hyogo provocó la derrota de Tahomaru luego de casi dos años invicto en los entrenamientos del dojo, en especial si apenas comenzaron con la sesión habitual de estos. Mutsu lo observó contrariada y no fue la única, tanto su velocidad como reflejos disminuyeron considerablemente.
-Joven amo...-
-Lo siento, fue demasiado lento-
-Demasiado es una forma amable de decirlo-
-Mutsu...no tienes que ser tan dura con el joven amo-
-Señaló lo que es obvio, ahora mismo no es falta de habilidad lo que repercute de forma negativa en su entrenamiento sino la poca concentración puesta. Recuerde por favor joven amo, fue usted quien me pidió aumentar la dificultad del entrenamiento ¿Por qué hizo esa petición?-
-¡Porque deseo mejorar!-
-Es lo que vio en la aldea lo que aún lo mantiene preocupado...-
-No soy fuerte, no lo suficiente. Ni siquiera pude derrotar aun con ventaja a ese demonio, en cambio Hyakkimaru...-
-¿Aun continua pensando en ese vagabundo?-preguntó Mutsu dando por hecho que ya había olvidado ese encuentro.
-Yo no...-
-Joven amo, la experiencia entre ambos es diferente pero su educación lo supera con creces, en poco tiempo...-
-¿Acaso lo superaré?-dijo con cierta ironía.
-Si se concentrara en lo que hace-
-¡Eso intento!...Eso intento-
-Bien, el entrenamiento se detendrá-
-¿Qué? ¡Aún nos queda mucho tiempo!-dijo Tahomaru.
-Conozco los horarios, pero en ese estado necesita despejar la mente. Cuando se encuentre listo sin importar la hora que sea lo retomaremos-
Tahomaru dejó la espada retirándose a las caballerizas, tomó el primer caballo listo para montar y dejó el palacio.
-¿Lo seguiremos?-dijo Hyogo.
-No-
-Pero el joven amo....-
-No estoy segura que hace ahora mismo, pero necesita estar solo. Tenemos que confiar en su buen juicio, en un futuro será señor de estas tierras, necesita encontrar paz interior ante cada eventualidad que se presente-
-A veces eres tan estricta que olvido cuanto confías en el joven amo-
-Por supuesto que confió en él, de lo contrario no lo seguiríamos-
-Es verdad-
-Pero...evitemos que este lejos de casa hasta tan tarde y con el clima tan cambiante, podría llegar a ser peligro-
Tahomaru se internó en el bosque. La noche pasada escapo sin decir una sola palabra de despedida. Arrepintiéndose de ello, permitió que su temor ante esa situación por completo nueva tomara las riendas de sus decisiones y acabara regresando a casa solo para volver al bosque a primera hora.
-Mutsu tiene razón...-
No estaba concentrado en el entrenamiento aun cuando este ocupaba un lugar importante en su cabeza, no podría proteger lo que tanto amaba, el pueblo y sus habitantes, sino contaba con los medios y el conocimiento.