Tsuki se acercó al escuchar pasos dirigiéndose hacia la habitación de Tahomaru. Se preguntaba porque a esas horas de la madrugada decidían interrumpirlo. Cuando habían noticias, incluso las realmente importante, optaban por primero consultar a sus asesores antes de considerar hablarle de ellas interrumpiendo su sueño. Lo cual no causaría tanta conmoción sino fuera porque ahora mismo Hyakkimaru se encontraba dentro de la habitación de Tahomaru.
-¿Mutsu?-
-Tsuki...-
Tsuki por un instante pensó que comenzaba a confundir las cosas y en realidad necesitaba descansar en lugar de vigilar los pasillos durante esas horas de la noche, llegando a tener impresiones equivocadas de la realidad alrededor. Pero el caminar de Mutsu acercándose a ella le hizo saber que no se trataba de ninguna alucinación sino al contrario de ella misma en persona.
-Estas aquí...-
-¿Qué haces despierta?-
-Nada, solo...-
-Recorrer los pasillos a esta hora se encuentra prohibido. Te meterás en problemas, además con este frio podrías terminar enfermando-dijo mostrándose preocupada tanto en sus expresiones como en la tonalidad de la voz.
-Si...lo sé...-
-Regresa y luego...-
-¿Por qué volvieron tan pronto?-
Aoi no sabía cómo retenerla y hacerla desistir de la idea, pensando en ello a medida que iban conversando.
-Se trata del Banmon...-
-¿Encontraron a espías de Asakura?-
-No...-
-Un demonio-
-Tal y como el joven amo pensaba-confirmó Hyogo-lo que habita en los restos del muro se trata de un demonio-
Tsuki comprendió porque su prisa por informarle aun cuando interrumpieran su sueño, lo que debería haber sido hecho a primera hora del día siguiente de haber llegado tal como se esperaba.
-Llegaron antes por eso ¿No?-
-Cortamos camino por el bosque. Es mejor que el joven amo decida que hacer cuanto antes para tomar una decisión al respecto, su padre llegará en unas horas y...-
-Lo mejor sería esperar-dijo ella de pronto.
-¿Qué dices?-preguntó Mutsu contrariada de su respuesta.
Muy pocas veces Tsuki intervenía u opinaba sobre las decisiones que tomaban ellos como guardias bajo la supervisión directa de Tahomaru. Mutsu dejó de caminar y se volvió hacia ella, guardando silencio para escucharla, demostrando cuanto valoraba su opinión aun tratándose de una doncella. De ser un caso corriente las sirvientas como ella habrían sido castigadas antes de exponer ideas que fueran en contra de las dadas por alguien de rango superior.
Pero este no era el caso y no porque compartieran una relación cercana, sino que tanto Tahomaru como sus subordinados directos mantenían la firme idea de la igualdad entre los sirvientes y nobles sin diferenciar entre clases sociales al momento de escuchar una opinión.
-¿Qué sucede Tsuki?-
-El joven amo...está muy cansado desde temprano....-
-¿Enfermo? O ¿Acaso siguió entrenando pasadas las horas especificadas para ello?-cosas que sucedieron anteriormente.
-Ninguna de las dos-
-Ya veo ¿Entonces que pasó?-
-Solo necesita dormir un poco más debido al esfuerzo de atender sus obligaciones como anfitrión hasta altas horas de la noche. El joven amo atendió a sus invitados apropiadamente-
