La puerta resonó una sola vez y sus dos subordinados como todas las mañanas aguardaban que les abriera ya listo para escoltarlo hacia el comedor, rutina que seguían sin cambios desde hace casi diez años. Tahomaru no fue lo suficientemente rápido para llevar a Hyakkimaru de regreso a su habitación, de descubrirlo en sus aposentos las preguntas no tendrían final, retirándole no solo el peligro de permitirse un contacto así de cercano con un completo desconocido sino que muy probablemente esta vez, al tener una razón de peso, lo obligaran a terminar su visita que de por si duraba muy poco al saber que pronto seguirían con su viaje.
Diversas ideas pasaron por su cabeza, ninguna de ellas fue lo suficientemente convincente para pensar en aplicarlas, dubitativo y nervioso vio como el tiempo iba agotándose al escuchar por segunda vez el golpe en la puerta.
-¿Joven amo?-dijo Mutsu desde fuera.
-¡Dame un momento!-
-Si...como diga...-menciono dando un paso hacia atrás-que extraño...nunca demora tanto en atender la puerta-
-Su horario de sueño cambio algo, seguramente estaba ansioso por el entrenamiento de hoy y no durmió nada-sugirió su hermano.
-El joven amo suele dormir a una hora y despertar en otra de manera específica, ha pasado un buen tiempo desde que no cumple ese horario...-
-Nunca hemos tenido visitas, ten en cuenta eso-
-Es verdad-
-Aun es joven y se emociona fácilmente por estas cosas. Dejemos de dar tantas vueltas al asunto, tú también te has quedado dormida un par de veces y no solías dar explicaciones de eso ¿Recuerdas?-
-No compares, son situaciones diferentes-
-¿Por qué lo son?-
Mutsu no respondió solo concentró la mirada en la puerta, carraspeando la garganta un par de veces y desviando el rostro ligeramente, ocultando el leve sonrojo de su rostro al recordar los motivos porque su horario cambio, cosa que sin duda nunca consideró pasara con su joven amo. Desconociendo la verdadera situación que se llevaba a cabo dentro. Hyakkimaru no entendía del todo cuan grave era la situación pero si percibía la preocupación de Tahomaru.
-Tahomaru...-dijo su nombre.-
-No hables tan fuerte por favor-dijo él cubriéndole los labios-si te escuchan pensaran que estoy en peligro y entraran-
-¿Peligro?-
-Es difícil de explicar...-
Tahomaru dirigió la vista hacia al jardín, bien podría a través de este hacer que fuera hacia la siguiente habitación que era utilizada por el en sus lecciones con los maestros encargados de instruirlo en diferentes conocimientos necesarios para un futuro señor. Un plan que funcionaria de no ser porque esa habitación estaba cerrada. Alguien tendría que entrar y abrir la puerta hacia el jardín y permitir el paso de Hyakkimaru guiándolo por el pasillo hasta llevarlo al cuarto que le asignaron, una tarea imposible ya que serían muchas las preguntas realizadas.
El tiempo transcurría, pensó incluso en explicarle cuán importante era que dejara el cuarto para ocultarse, pero Hyakkimaru de escapar por la pare llamaría la atención de los guardias que le comunicarían de ello a Mutsu. Además, caminar sin rumbo por el amplio jardín también custodiado tendría ese mismo resultado.
-¿Qué puedo hacer?-
De repente escucho golpes suaves en la puerta de su habitación pero no la que daba al pasillo sino la que al abrirse guiaba al jardín. Tahomaru se quedó inmóvil, ningún sirviente se acercaría a su habitación a primera hora de la mañana por el jardín.
