Consejos

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Las horas transcurrían, a paso lento, el caminaba sobre sus pasos dentro de la habitación. Lo sucedido en el pueblo dejo a su corazón lleno de inquietudes con respecto a sus sentimientos, emociones y deseos en relación a Hyakkimaru. Coloc una de las manos encima de los labios, acariciándolos suavemente, el calor de los suyos aún permanecía en estos, impregnado sin forma de poder apartar de sus pensamientos el calor que transmitían sus besos.

-Quería protegerme...-

El mismo sentimiento que el poseía hacia Hyakkimaru, correspondido con la misma intensidad y esa misma pasión, arriesgando la vida únicamente porque preservar la del otro era una prioridad.

-Ahora mismo...quiero verlo-

Sin sacarse esa idea de la cabeza abrió la puerta de su habitación. El silencio reinaba en los pasillos, dar un solo paso generaba la impresión de emitir un ruido constante y que haría retumbar la casa, lo cual solo eran imaginaciones suyas pero el temor de verse descubierto lo agobiaba.

-Joven amo...-

-¿¡Que?!-al escuchar esa voz dio una mirada hacia atrás, encontrándose con Tsuki-eres tú...me diste un buen susto-

-¿A dónde va?-

-No puedo dormir...quisiera caminar un poco-

-Los paseos a esta hora están prohibidos debido al peligro que significa de haber alguien infiltrado-una medida de seguridad tomada hace poco pero muy extendida entre los sirvientes que debían seguirla al pie de la letra.

-Lo sé...-

-Si necesita algo puedo traérselo ahora mismo-

-No, no es nada...regresaré a mi habitación-

-Joven amo...-ella dio un paso adelante, contrayendo las manos sobre el pecho y apretando los labios, parecía pensar lo que diría-¿Se encuentra bien?-

-¿Qué?... no comprendo... ¿A qué viene esa pregunta?-

-No es nada...yo solo...-ella era únicamente una doncella, intervenir en los asuntos personales de su amo seria cuestionado-pero aun así...me preocupa...-

-Tsuki...descuida no saldré de mi habitación, sé que te encargaron vigilarme, no deseo causarte problemas, volveré...-

-Joven amo, si algo lo agobia...incluso si solo soy una doncella...puede hablar conmigo-dijo ella en voz alta, cubriéndose la boca con las manos al darse cuenta de lo mucho que elevo la voz-perdóneme, me retiraré-

Tahomaru apreciaba a sus subordinados como sus propios hermanos, fueron la única familia que conoció; sin embargo, muchas veces era difícil hablar de ciertos temas que incluso eran nuevos para el con ellos, especialmente cuando les preocupaba que estos afectasen de manera negativa su vida en palacio, manteniéndose al margen tal como haría un excelente vasallo.

-Pero...yo...-dijo el pensando en todo lo que Hyakkimaru ocasionaba en su corazón, que estaba a punto de desbordar.

No sabía cómo ni mucho menos en que forma todo aquello abandonaría su pecho para volverse una realidad. Solo sentía una calidez dulce que lo hacía feliz y a la vez desdichado en su corazón.

-Yo no...puedo entenderlo...-dijo él.

-¿Joven amo?-ella volvió la mirada al escucharlo hablar.

-No puedo...-

-¿Qué sucede?-al acercarse pudo notar los ojos temblorosos y llenos de brillo que iban empañándose debido a las lágrimas-Joven amo...-

-No entiendo nada de esto...-

DestinoWhere stories live. Discover now