Tahomaru suspiró, las palabras de su madre aún continuaban haciendo eco en sus oídos, de manera reiterada y constante en su cabeza. Ella no negó nada de lo que dijo ni tampoco intentó corregirlo, pese a que con ansias esperaba escucharla poner fin a todas esas palabras que debían ser falsas, una confusión terrible, un error que ella sin duda terminaría considerando completamente falso y el no dudaría de esas palabras, porque no deseaba hacerlo, quería mantenerse firme en la convicción que únicamente la mujer del pueblo, los demonios e incluso la actitud de su padre no fueron otra cosa que coincidencias desafortunadas.
-Madre...-
-Tahomaru...por favor escúchame...-
-No es divertido-
-¿Qué?-dijo contrariada.
-Nada de esto lo es...por favor...nada de lo que te he dicho puede ser verdad...es...imposible-dijo respirando una y otra vez intentado mantener la conversación con la voz quebrada aun cuando por momentos perdía el habla recuperándola casi de inmediato al forzarse a hacerlo.
-Tahomaru, cálmate yo...-
-¿Calmarme? Madre...no puedo calmarme si lo primero que escucho de ti es que piensas que todo eso...-
-¿Es verdad?-
-Mi padre atacó a Hyakkimaru por eso, toda esta farsa debe parar cuanto antes, no dejare que nadie lo lastime....porque es importante para mí-
-¡Lo es para mí también!-
-¡Él no es tu hijo!-
-Si lo es Tahomaru...ese ronin que tu padre desea dañar es mi hijo...tu herma...-
-No, no lo digas... ¡No lo digas!-
-¿Acaso piensas que invento todo esto?-
-Creo que estas confundida...porque....Hyakkimaru no puede ser mi hermano, eso es imposible...él no...-
-¿Acaso lo odias tanto como para negarle su derecho de nacimiento?-
-¡Hyakkimaru es preciado para mí!-
-Entonces ¿Por qué? ¿Por qué lo rechazas?-
-Porque todo es un error ¡Un gran error!-
-Tahomaru nosotros cometimos un error, si pero fue hace casi dieciséis años, cuando decidimos abandonar a nuestro hijo...solo porque queríamos prosperidad y días venturosos en esta tierra-
-Si ustedes dos hicieron algo tan terrible como eso...han hecho una atrocidad...pero incluso con ello...Hyakkimaru no es...-
-¡ÉL ES TU HERMANO!-
-¡NO LO ES MADRE! ¡ÉL NO PUEDE SERLO!-
-¿ACASO RECHAZAS LA VERDAD? AUN CUANDO LOS DOS HEMOS PODIDO RECONOCERLO TU...-
-YO LO AMO-
Las palabras brotaron de los labios de Tahomaru como si tuvieran vida propia. Agobiándole el corazón al punto que solo pudo dejarlas libre, su madre se cubrió la boca con las manos ahogando un grito, el mismo quedo inmóvil, negando en silencio una y otra vez con la cabeza, sus manos estaban tan frías que las yemas de los dedos algo endurecidas parecían casi palpitar. Los latidos de su corazones apenas se escuchaban, sintiéndose muerto pese a estar respirando y consiente de lo que pasaba a su alrededor en ese instante.
-Tahomaru...tú...-
-Madre...dime que no es verdad...-
-Hijo...-
-Ahora que sabes lo que siento...ahora que yo mismo lo se....-
Nunca le dio un nombre a los sentimientos que tenía por Hyakkimaru, únicamente estos iban floreciéndose haciéndose cada vez más fuertes dentro de su corazón sin que pudiera ignorarlos. Ello no le molestaba ni entristecía en absoluto, al contrario aun sabiendo de su partida continuaría esperándolo porque tarde o temprano regresaría a su lado.
