Masacre...

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Pov Pandora:



¡MALTIDA SEA, CÓMO DUELE CARAJO! Estoy recostada en la camilla de la sala del doctor Webber, esperando los resultados de mis radiografías ya que los demás estudios como la resonancia ya fueron revisados mientras eran hechos. El muy desgraciado que me golpeó, lo hizo con botas de puntera de metal justo en mi abdomen, a la altura del estómago casi y, por el moretón negro que tengo en toda la zona izquierda de mi torso, tanto del frente como en el costado, teme que sea una hemorragia y que hasta tenga alguna costilla rota, que por la adrenalina de lo vivido, aún no la siento. Tengo dolor, eso no lo voy a negar, pero de lo que podría ser si él tiene razón, no es nada. En fin, no ha pasado mucho, mas no soy una mujer paciente realmente y ya empiezo a inquietarme, cuando de repente, la puerta se abre y aparece Webber por ella. Se encamina a la pantalla con luz que tiene para que iluminen las radiografías, pone las que imagino que son mías y mira con detenimiento.

-Bueno, por lo que puedo observar, no hay fracturas, al menos no visibles. Lo que sí que tenés es tres costillas fisuradas. Si te fijás acá, se puede ver que las dos últimas asternales y la primera flotante tienen pequeñas mellas en ellas, como no ha habido una separación de los bordes y no hay ningún fragmento óseo, podríamos decir que es como una herida o grieta que  el hueso arreglará solo. Aún así, esto te va a doler y voy a inmovilizártelo. El yeso no servirá para nada, no es útil en este tipo de lesiones porque o no te dejaría respirar o estaría bailando sin sentido de sujetar nada, por lo que voy a fajarte para sostener las costillas en su lugar y que no las muevas en exceso. Te conozco, sé que no cumplirás con el tiempo de reposo como deberías y por eso mismo es que voy a hacer esto. 

Me levanto con dificultad pues ya comienza a molestarme y me siento lo más recta que puedo, respirando con tranquilidad para que no sea peor. Con la mirada, sigo lo que muestra sus dedo sobre las radiografías y noto lo que dice. Maldigo en silencio en cada idioma que conozco y suspiro derrotada, no hay mucho que pueda hacer contra lo que diga, al menos no me mandará a hacer el reposo absoluto, me conoce bien. 

Se acerca a mí y palpa con cuidado sobre mi torso, el cual no tiene nada más que mi corpiño deportivo tapándolo, inspeccionando la zona donde la sangre se acumula bajo mi piel y le ennegrece. 

-No parece que sea una hemorragia realmente, sí hay derrame de sangre, sin embargo, no es nada importante. Las costillas no atravesaron nada y en tu resonancia no aparece nada fuera de lo normal en tus órganos internos como tampoco en la TAC. El tinte que te inyectamos para el contraste no se extendió más de lo que esperábamos, no hay señales de que la sangre esté escapando de tu sistema sanguíneo y filtrándose. No has vomitado sangre y tu presión sanguínea es normal. Solo es un moretón producto de la contusión que te produjo la patada que te dieron. Imagino que fue ladeada, desde la izquierda, por eso está así ubicado. 

-Sí, el descerebrado hizo una rotación ligera al patearme y me dio en el cotado, me sacó el aire porque la mayor parte del impacto fue bajo las costillas, directo al estómago.

-Pues, no tenés nada en el estómago, está bien, así que no hay nada de qué preocuparse. Por ahora, quedate quieta que voy a ir por la faja para que te pongas y después te podrás ir. 

-Pero el dolor va a volver y necesito moverme. 

-Bueno, te voy a recetar analgésicos y...

-No, eso tarda mucho en hacer efecto, necesito no sentir nada, por lo menos por unas horas. Ya después los analgésicos serán suficientes, pero ahora necesito poder moverme como si nada. 

-Serena...

-No, no quiero excusas. ¿Qué me podés dar que cumpla con eso?

Webber se me queda mirando en silencio por casi un minuto, tratando de ver si me arrepiento (cosa que no va a pasar) hasta que, finalmente, suspira rendido y se lleva una mano al puente de la nariz, masajeándolo con cuidado.

La Reencarnación de Pandora (Serie Veneno sobre ruedas II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora