La Reencarnación de Pandora (Serie Veneno sobre ruedas II)

¿Dónde está el Demonio?

Lo prometido es deuda, aquí les dejo el cap nuevo (larguito) y lleno de dolor... Disfruten...

Pov Pandora:

Estaciono con una derrapada que deja la marca negra de la rueda sobre la calle y lo que veo hace que mi corazón se me caiga, no al piso, sino directo al centro de la tierra: el club de los Hell Demons humea, no como cuando lo quemaron conmigo dentro, pero no puedo evitar imaginar esa noche ahora mismo y comparar las imágenes en mi cabeza, cientos de agujeros de bala pueblan las paredes y veo un par de agujeros grandes que, obviamente, fueron producto de bombas. ¿Qué carajo pasó acá?

Incluso creo que alguien está bajo unos escombros, por lo que me bajo rápido de mi bestia y corro hacia ahí, encontrándome con una melena rubia y una piel pálida que, aún bajo los pedazos de piedra y demás, jamás podría confundir, lo reconocería donde fuera. 

-¡BEAST!

No lo dudo, al instante estoy de rodillas junto a él, empezando a sacar los escombros de encima de su cuerpo tan rápido como puedo. Quién sabe cuánto lleva así, podría estar sufriendo síndrome compartimental y podría morir por eso. 

-¡CROSS, VENÍ DE UNA VEZ, TE NECESITO ACÁ AHORA!

Casi al instante lo tengo junto a mí, al igual que dos más, sacando todo lo que aplasta el delgado y fibroso cuerpo de mi amigo rubio, encontrándolo lleno de marchas, golpes y, posiblemente, algún que otro hueso roto. 

-¡REVISEN TODO, BUSQUEN EN EL INTERIOR A LOS MIEMBROS DE LOS HELL DEMONS Y AVÍSEN SOBRE QUIENES NECESITEN ATENCIÓN MÉDICA! ¡QUE ALGUNO LLAME A AMBULANCIAS AHORA, QUE WEBBER VENGA YA MISMO, DÍGANLE QUE NO ACEPTO UN NO POR RESPUESTA, QUE ES UNA PUTA EMERGENCIA!

Ante mis órdenes, todos corren hacia el interior, algunos con su teléfono en mano para hacer las llamadas necesarias y, mientras tanto, me centro de el ojiazul ahora inconsciente. Llevo los dedos a su cuello y me alegra escuchar que tiene pulso, solo que su lentitud me pone en alerta. 

-Hay que llevarlo lo antes posible para que lo revisen, no puedo diagnosticarlo acá, sin embargo, no me sorprendería si realmente estuviera sufriendo del síndrome compartimental. Si la presión fue la suficiente por un tiempo muy prolongado, entonces puede que no haya nada que se pueda hacer. 

-Me niego, hacé lo que tengas que hacer con tal de salvarlo, yo tengo que ir a ayudar a buscar los que estén dentro.

-Voy a hacer lo que pueda, mas si las ambulancias no se apuran, yo no tendría demasiadas esperanzas. 

-No lo digas, ni siquiera lo menciones, él va a estar bien, yo lo sé, siempre fue muy terco. 

-Ojalá sea verdad, por su bien. 

Mi mano tiembla debido a las emociones abrumantes que me agobian, no obstante, aun así, retiro un poco de restos de su frente y me inclino para besar su frente. 

-Aguantá un poco más, vamos a salvarte, no te rindas. 

Me pongo de pie y salgo corriendo hacia el interior, encontrando que muchos ya están de pie, ayudando a mis chicos al tiempo en que otros se encuentran apoyados contra las paredes, como si no pudieran mantenerse de pie o no tuvieran fuerzas suficientes todavía para poder dar una mano. No voy a exigirles nada, sé lo que se siente pasar por algo así, ahora tienen que centrarse en recuperarse, así que empiezo a recorrer el lugar. 

En el primer piso, algo me hace estrujar el corazón: en el piso, entre restos de paredes, techo y casquillos, el cuerpo sin vida de Spawn.

-No... No puede ser...