Cuenta el mito griego, que Pandora fue quien liberó todo el mal que había dentro de una pequeña cajita, dejando caer sobre la humanidad plagas, dolor, sufrimiento, muerte...
Ahora, la historia vuelve a repetirse, pero ésta vez, el "mal" no va a sali...
-Obvio, estaba cantado. Conozco mi cuerpo y, como extra, no es como si no hubiera sido precisamente a propósito.
-Cierto... ¿Y va a ser ésta noche?
-Sin falta. Ni que pudiera mantener esto en secreto por mucho tiempo, tu hermano se enteraría sin que pueda evitarlo. Ha aprendido de mí a averiguarlo todo y rápido.
-Sos una mala influencia, ¿lo sabías?
-¿Qué puedo decir? Dejo huella en todo el que tiene contacto conmigo.
-Como digas, doña ego...
Flor se va entre risas y suspiro negando divertida, ocultando la prueba en el único lugar donde sé que Líon no va a revisar... mi zapatero. Si bien le gusta mi estilo y "lo bien que marcan mi culo cuando me los pongo", siempre dice que tengo demasiadas botas y zapatos de taco y que, si lo abre, posiblemente quede aplastado debajo de una avalancha de ellos.
Exagera, a decir verdad, no es para tanto, porque todo está perfectamente ordenado, solo lo dice porque es hombre y suele usar casi siempre los mismos borsegos, sin embargo, no voy a quejarme, porque eso me sirve ahora para mantener un rato más el silencio.
Suspiro una última vez con una sonrisa una última vez antes de dejar esa especie de resaltador en una de las cajas y cierro, yendo hacia el garaje del taller para terminar los pendientes que me quedan antes de la noche, mejor aprovechar antes de que no pueda hacerlo... o no me dejen hacerlo.
Como sea, serán unas horas entretenidas hasta la noche, tengo algo grande preparado. Líon, espero que estés listo para esto, va a ser tu mejor cumpleaños.
La música suena por todos lados mientras veo a los gemelos en la obscuridad moviendo el piano que necesitaré. Ver a Líon tan feliz, rodeado de todos los que considera amigos y hermanos, tomando una cerveza, con su sobrina en sus hombros ya con cuatro años y con esa sonrisa que tanto amo ver en su rostro... hasta que alza su mirada y la conecta con la mía.
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