Te doy una parte de mi vida...

1.3K 124 53
                                    

Pov Pandora:



-Serena...

Una lejana voz se escucha, junto con un ligero sacudón que le dan a mi cuerpo, mientras la negrura absoluta me rodea. ¿Dónde estoy? Siento algo blando debajo de mí, es cómodo y cálido, pero por más que intento ubicarme, no lo consigo por completo. ¿Qué pasó? 

-Serena...

Mi nombre vuelve a escucharse y, lentamente, mi entorno se hace más claro, aún con los ojos cerrados, al tiempo en que recobro más y más la conciencia: el lugar tiene olor a desinfectante y hay un sonido rítmico de Bip-Bip sonando muy cerca, eso en conjunto, me hace pensar en solo una cosa, o sea, en un hospital. ¿Por qué estoy acá? Y entonces, como si esa pregunta fuera una masa contra una presa que la hace pedazos, todo lo ocurrido vuelve a mí como un alud: la tortura, la salida con Jhonny, los disparos, la corrida hacia el hospital... 

Un minuto, ¿a mí no me habían disparado? ¿Por qué estoy viva? ¿Lo estoy? Esas dudas me hacen abrir los ojos de golpe y sentarme recta de una sobre la cama, lo que causa que el mareo me ataque y fuerte, al punto en que me hago hacia un lado de la cama conteniendo una arcada. 

Nada sale de mi tracto digestivo, solo los espasmos propios de las bascas contraen y sacuden mi cuerpo al tiempo en que una mano me frota la espalda en círculos a modo de un intento de consuelo y relajación. Pasan un par de minutos hasta que, finamente, mi cuerpo queda quieto y libre de sacudidas de mi interior intentando vaciarse de golpe, y me permite volver a dejarme caer sobre el colchón respirando profundo para sentirme mejor; aún estoy un tanto mareada y me siento pesada, me cuesta moverme normal, hasta lamerme los labios se me dificulta, no obstante, soy consciente de todo y, con calma, reviso la pieza donde me encuentro, hasta que un par de iris de sangre se cruzan en mi camino. 

Su sonrisa, esa que tanto suelo disfrutar de ver, ahora me pone en alerta y me hacen querer alejarme, pero cuando estoy por intentar poner espacio entre ambos, Líon no me lo permite, me agarra por los hombros suavemente para evitar que me caiga por el lado opuesto del colchón a donde está él. 

-Tranquila, aún estás bajo los efectos del sedante, no quiero que te hagas daño. 

-¿Sedante? ¿De qué estás hablando?

Mi voz suena un tanto rasposa y lenta, tiene razón con lo de que me encuentro débil todavía, solo que no tengo idea de cuándo me sedaron y por qué. Mi demonio parece entender que necesito líquido y me acerca un vaso, aunque no me permite agarrarlo, es evidente que puede que termine soltándolo, por lo que me lo acerca a la boca y me da de tomar un par de tragos, haciendo que me sienta mejor, antes de volver a acomodarse y sostener mi mano entre las suyas.

-¿Te acordás de lo que pasó?

-Creo que sí, por eso necesito saber por qué me sedaron y dónde está mi hermano. 

-Bien, empecemos desde los disparos. Cuando los escuchamos junto con tus gritos, fuimos a ver qué pasó y te encontramos con Jhonatan sobre tus piernas, abrazándolo como si la vida se te fuera en ella, presionando un pedazo de tela ensangrentado contra su espalda y ambos manchados de escarlata. Supimos al instante que la situación era grave y, en tanto que tratábamos de estabilizar a tu hermano, lo trajimos al hospital que nos dijo Franki. Estabas shokeada, no respondías, preocupaste a Cross mientras controlaba a Jhonny, creyó que podrías caer en cualquier momento. Como sea, eso cambió drásticamente en cuanto viste que se llevaban a tu mellizo lejos de vos en una camilla; te pusiste histérica y corriste tras de él. 

-Eso lo recuerdo...

-Te frenaron los enfermeros antes de que te metieras en el quirófano donde iban a atender a tu hermano, y como vimos que no estaban pudiendo realmente detenerte, con Fanki fuimos a ayudarlos. Cuando finalmente pudimos contenerte lo suficiente como para que ellos te soltaran, uno te inyectó un sedante y caíste redonda. De ahí te trajimos acá. Llevás varias horas inconsciente, te dieron una dosis baja.

La Reencarnación de Pandora (Serie Veneno sobre ruedas II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora