La Reencarnación de Pandora (Serie Veneno sobre ruedas II)

*Renacida y escondida

Pov Pandora:

El silencio nos rodea mientras pienso en lo ocurrido en los últimos casi doce meces porque, sí queridas mías, ha pasado casi un año desde esa fatídica noche, desde que desperté en esa pieza de hospital con mi mundo total y absolutamente desecho, convertido en cenizas, dándome un nuevo inicio. Fueron casi diez meses de operaciones de trasplantes de piel en tanto estuve en coma y con mis huesos y heridas sanando. Cuando por fin me despertaron, me costó un poco hacerme a la idea de que tenía una nueva vida, que todo el mundo me creía muerta y todo lo que me dijo Franki antes de que me durmieran, pero poco a poco lo fui asimilando.

No obstante, nueva vida - nueva imagen.

Lo primero que hice fue pedir decolorante, tintura blanca para el pelo, unas tijeras y una afeitadora eléctrica. Después del cambio radical, que consistió en dejar la parte superior en una capa larga que me llega al mentón en forma de pico hacia adelante y todo el resto corto, todo en blanco obviamente, a eso le sumé un par de aros más (uno en medio de mi labio inferior y otro en el lado derecho de la nariz) y no cubrí la única cicatriz que va a desde la mitad de mi frente hasta la parte media de mi mejilla del lado izquierdo de mi cara, la única que me quedó, que dije que no hicieran desaparecer. Quise algo que no me permita olvidar ese día, ni a cualquier que me vea y sepa lo que ocurrió, que sea una advertencia para el que se acerque.

Soy una persona diferente a la que hicieron dormir casi un año atrás para curarla; me volví más fría, más cruel, con un único propósito y objetivo en mente: ¡VENGANZA! Sin embargo, a pesar de esto, antes de tomar el mando de Los Diablos Negros, necesito alejarme de todo, distanciarme, tomarme un respiro. Por eso es que estoy acá ahora, lejos de todo lo conocido realmente para mí, con alguien que, si bien tiene relación con mi pasado, ahora es lo que necesito a mi lado.

Cuando mi transformación terminó (por decirlo de algún modo), pedí un celular, marqué el número que (por una casualidad y un arranque de ira que ahora agradecía enormemente que hubiera ocurrido) me sé de memoria y, después de un par de tonos, una sorpresa inicial, muchas preguntas solucionadas temporalmente con la promesa de explicaciones próximas y un par de arreglos, ahora me encuentro acá, en camino a mi destino temporal.

¿Quién hubiera pensado que terminaría así, escondiéndome, necesitando mantenerme alejada, tomar un respiro de mi realidad? Yo no, jamás, ni en un millón de años, no obstante, con las vueltas que da la vida, acá me ven, haciendo precisamente eso.

Suspirando en medio del silencio, observo la palma de mi mano donde reposan esas líneas de tinta que me recuerdan a él y solo a él: a Líon, a mi Demonio. Cómo lo extraño, mas no puede saber que estoy viva, no por el momento, aunque me duela y sienta que me arrancan el alma, no puedo volver hasta haber cumplido con lo que prometí y eso mismo voy a hacer, por él, por mí, por todos mis hermanos que sufrieron pérdidas por culpa de ese maldito...

Killer... Cuando consiga agarrarlo a ese desgraciado hijo de...

Una mano cálida, de largos dedos con algunos tatuajes, me saca de mi arranque de ira interno al tocar la mía que está libre para llamar mi atención, haciendo que note la presión que estaba ejerciendo en mi palma con las uñas hundidas en mi tierna carne y devuelva la mirada hacia el dueño de dicha extremidad, encontrándome con un par de orbes azules intensos y una mirada cargada de preguntas y angustia, aunque disfrazadas con una sonrisa de aliento, conciliadora.

- Si seguís así te vas a lastimar y no tengo con qué curarte en el auto.

- Perdón, es que...

- Tranquila, no hace falta que expliques nada, sé lo que vas a decir y te entiendo, es difícil, pero ahora estás acá para relajarte, recargar pilas y volver a hacer lo que tenés pendiente. Me dijiste que necesitabas alejarte de todo, que ansiabas un respiro para poder iniciar con lo que vendrá, con el plan que formulaste contra los que causaron todo esto. Bueno, te voy a ayudar con gusto, es por eso que estás acá, lo que significa que tenés que tratar de despejar tu mente y no pensar en eso, solo en disfrutar estos días con los chicos y distenderte.