Terminemos con esto por fin

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Pov Líon:



Ariadna se retuerce como culebra mientras los gemelos la llevan hacia la silla que hay en ésta sala, en la que he visto más sangre derramada que en cualquier otro lugar, intentando vanamente el soltarse de férreo agarre. Será parecida a Serena ahora físicamente, pero no tiene ni la fuerza ni la habilidad o conocimientos de pelea que tiene mi nena y no podrá escapar de ellos. 

En menos de un minuto, ya la han atado a la silla, aún con todo su esfuerzo, no pudo evitar que sus manos del tamaño de dos de las de ella, se cerraran sobre su cuerpo como grilletes y le impidieran con facilidad el huir. Las lágrimas tanto de miedo como de rabia se muestras brillantes, rodando por su cara como ríos. Sus ojos se clavan con odio en Serena, la cual se lleva un pucho a los labios con absoluta calma y lo prende, dando una calada profunda y expulsando el humo lentamente, pasando esos iris de diamante hacia su copia con un gesto que no estoy seguro de poder interpretar, mas que estoy absolutamente seguro, no es bueno en absoluto. 

En cuanto la tiene cerca, le suelta una nueva bocanada en la cara con una sonrisa y hace que Ariadna tosa por culpa del humo.

-¿Te digo algo que va a ser divertido de todo esto? Que lo que va a pasar ahora, va a ser una especie de catarsis para mí: no solo voy a sacarme de encima todo lo malo que me vengo guardando contra vos (totalmente justificado), todo eso que surgió en base a tus estupideces y confabulaciones, sino que, además, podré purgarme de algunas molestias que tengo contra mí misma, porque cuando te esté arrancando la vida de forma extremadamente dolorosa, voy a estar viendo mi cara reflejada. 

-¿Y la patética soy yo? ¿Te odiás a vos misma y vas a verte matándote? ¿Por qué no simplemente te suicidás y ya está? 

La carcajada de Serena se escucha con fuerza en el recinto, estruendosa y con evidente diversión, al punto en que mi nena termina por agarrarse el estómago con su mano libre y se limpia una lágrima que le escapa por la comisura del ojo. 

-Eso fue muy gracioso, ¿sabías? Yo he tenido momentos de odio hacia mi persona, sin embargo, suicidarse es para cobardes, porque solo alguien valiente hace algo al respecto de lo que hace que se sienta miserable. No digo que no haga falta huevos para quitarse la vida, no es algo fácil, no obstante, esa es la salida rápida, porque es más sencillo que actuar para cambiar las cosas. En mi caso, solo tengo un poco de molestia por cosas que pude haber hecho distinto y no fue así, lo que tuvo consecuencias que no quería que pasaran, eso es todo. Seguí siendo patética y eso no va a cambiar ni aunque sobrevivas a ésta noche, que no va a pasar, dalo por hecho. 

-¿Y por qué no lo hacés de una vez, si tanto decís? ¿Tenés miedo? ¿Sos todo palabras y nada de acción?

Qué malas palabras eligió Ariadna... Mi nena la observa por unos instantes en silencio y de la nada, casi como un flash de cámara, Ariadna pasa de estar recta en la silla, a que ésta esté inclinada hacia adelante, lista para irse de frente al piso, y solo sostenida de forma dolorosa, por la mano de mi nena, la cual la está agarrando del pelo, utilizándolo de "manija". La copia chilla de dolor y la peliblanca hace un par de tirones secos, los cuales hacen soltar gritos de dolor de la torturada. Segundos después, nuevamente la silla está recta y ésta vez, Serena está inclinada frente a ella, con el pucho prendido en sus dedos, y la punta caliente muy cerca de su ojo abierto.

-Deberías aprender a cerrar la boca de una buena vez. Cualquiera pensaría que, después de lo que ha pasado en las últimas horas, habrías captado el concepto, y sin embargo, parece que no es el caso. Tu vida y tu futuro dolor están en mis manos, y vos todavía creés que vas a poder salirte de ésta y me desafiás  como si te fuera a servir de algo. Solo empeorás lo que te espera, porque cada cosa que escupís de tu estúpida boca, solo hace que quienes estamos acá presentes, deseemos aún más el cerrártela definitivamente. La única razón por la cual no he empezado con lo que tengo pendiente contra vos, es que si lo hago, no voy a parar hasta que ya no respires definitivamente, y todavía hay alguien que quiere cobrarse cuentas con vos. Ella es quien va a empezar. 

La Reencarnación de Pandora (Serie Veneno sobre ruedas II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora