📚|Capítulo 5|📚

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[***]

Todas las clases pasaron inusualmente rápidas, o así le parecía a Tanjiro, hace no mucho había terminado las clases y ya se encontraba yendo directo a su casa.
Es cierto que en la escuela los estudiantes normalmente ingresan a clubes, sobre atletismo, béisbol, cocina, en fin, muchas áreas para que el estudiante pueda ir desarrollando sus habilidades.

En el caso de aquel chico de ojos rojos, no podía permitirse a unirse a un club, puesto que tenía muchas responsabilidades de las cual hacerse cargo.

Se despidió de sus compañeros de clases Zenitsu e Inosuke, yendo en dirección contraria a ellos. Hoy a pesar de meterse en una pelea, ser llevado a la sala de profesores y casi perderse una parte de la clase había sido un gran día, bueno, siempre hay que sacarle cosas buenas a una situación.

Fue caminando hacia la institución primaria para recoger a sus dos hermanos, no tenía la necesidad de hacer lo mismo con los otros, ya que por supuesto, tenían más edad.

—¡Hermano, hermano! ¡Ya llegaste! — Corrió una niña a sus brazos, haciendo que el mayor soltara su bolso , se agachara y la cargara, dándole así un abrazo por parte de la pequeña.
—¡Hermano, hermano! — Otra voz entró en el ambiente, dejando ver a otro niño corriendo de la misma manera, a los brazos de Tanjiro. Dándole por correspondencia la misma acción.

Los bajó a ambos y rápidamente se sujetaron de sus manos.
—Y díganme, ¿Que tal les fue hoy?¿Hicieron amigos? — Preguntó de forma comprensiva a sus menores, los cuales se peleaban por ver quién contestaría primero.

—¡Yo hice tres amigas!—Mencionó entusiasta la niña— Sus nombres son Sumi, Naho y Kiyo, ¡nos llevamos muy bien!.

—Eso me alegra, puedes invitarla a casa cuando quieras— El hermano mayor removió los cabellos de la niña causándole cierta felicidad.

—¡Déjame hablar a mi Hanako!— Interrumpió el niño que les miraba con un puchero en su boca.

—Ya, ya. Dime cómo te fue a ti Shigeru — Hizo la misma acción con el niño, que gracias a la atención que recibía una sonrisa se dibujaba en su rostro.

—Se llama Kotetsu, tenía un balón de fútbol así que jugamos juntos en el recreo— Respondió con emoción el pequeño, tratando de llamar la atención de su hermano.

—Eso es genial, me alegra que los dos hayan podido hacer amigos. ¿Porqué no le preguntan a su hermano mayor cómo le fue hoy?— Mencionó con gracia señalándose.

—¿Cómo te fue hermano?— Preguntaron ambos al unísono.

—Pues me fue muy bien, aunque un chico quiso formar una pelea conmigo, y fui llevado a la oficina del profesor Tomioka, pude hacer dos amigos.

Ambos niños se habían quedado en silencio, sorprendidos al escuchar lo que su querido hermano les estaba diciendo.

—¿¡ Entonces le ganaste?! —De nuevo los dos juntos preguntaron.

—Bueno,no es como si de verdad peleáramos pero sí, le gané— Sonrió satisfactoriamente mientras mostraba cierto aire de orgullo.

—¡Genial!—

Ya habían recorrido todo el camino para llegar a casa, entrando en ésta.

—Volvimos— Menciono Tanjiro, al tiempo que se quitaba los zapatos para pasar.

—Bienvenidos— Con una simple y agradable sonrisa les recibió la madre. Los pequeños al verla salieron a abrazarla.

[***]

Luego de un buen rato llegaron todos los integrantes de la familia.

—Entonces ya estoy listo — Se vio en el espejo mientras observaba su traje.

—Oh hermano, ¿Ya es hora de irte?— Se escuchó la voz de una chica, y al voltear allí estaba.

—Si, Nezuko — El de ojos rojos se acercó mientras la veía con ternura —Ayuda a mamá con los clientes de hoy mientras no estoy, ¿bien?

—Sabes que aunque no lo dijeras lo iba a hacer ¿verdad?— Murmuro la menor de ojos rosas, con un poco de molestia, haciendo que aumentara su ternura.

—Por supuesto, porque eres una buena chica — Contesto su hermano, revolviendo sus cabellos con suavidad.

—Entonces me voy— Se despidió de su familia.

—Que te vaya bien — Susurró apenas audible, el que venía a despedirle esta vez era su hermano menor Takeo.

—Después me cuentas cómo te fue hoy— Decía mientras iba saliendo por la puerta — Volveré antes de la cena.

Era un poco reconfortante ver a su hermano, un poco difícil de tratar, actuar de forma linda de vez en cuando.

Si bien era obvio, la familia Kamado era numerosa, por un lado estaban los padres y luego sus 6 hijos. Por lo tanto el uso del dinero a veces era un problema, ya teniendo en mente que su familia atendía una panadería, y Tanjiro por ser el hijo mayor sentía cierta necesidad de ayudar con los gastos, así que se consiguió un trabajo de medio tiempo en una cafetería cerca de su casa, con los turnos en las tardes, tres veces a la semana, y en   los días restantes ayudaba con sus hermanos en la panadería.

Entró al local y saludó a los presentes, mientras se preparaba mentalmente para atender a los clientes, que gracias a su personalidad amable y compresiva, no era un problema.

Se oyó el tintineo de la campana al abrirse la puerta, dejando ver a lo que parecía ser una pareja.

—Buenas tardes, ¿En qué les puedo servir?—

[***]

Días Recurrentes | Kimetsu No Yaiba AU Escolar |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora