Días Recurrentes | Kimetsu No Yaiba AU Escolar |

☔💧|Capítulo 10||¿Cálida Lluvia? |💧☔

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  Las calles estaban inusualmente animadas, se podía sentir un ligero pero agradable frío, situación perfecta para ir a visitar una acogedora panadería del pueblo, era muy conocida por el trato amable que dan y por supuesto la calidad de sus productos.

El clima de repente se había oscurecido, mostrando nubes grises, signos de lluvia.
Y como el clima era el causante del frío, ¿Qué mejor momento para tomarse una taza de café caliente con un pan recién salido del horno? ¿Delicioso verdad?
La familia Kamado aprovechaba este tipo de situación para obtener más clientela, cosa que sí funcionaba en la mayoría de ocasiones.

Más que una panadería, era más como un sitio para relajarse en un ambiente cálido y tranquilo mientras se disfruta de una buena comida.

Las personas entraban con sus paraguas, aunque todavía no haya comenzado a llover, se les guiaba a una mesa y esperaban su turno de ordenar, y sí, está metodología era muy parecida a la de una cafetería, ¿Pero qué más da?

El tintineo de la campana de la puerta sonó dejando pasar a lo que parecían dos hermanos, bueno,dos jóvenes gemelos para ser exactos.

—Buenas tardes. ¿Van a realizar una compra rápida o desean quedarse un tiempo? — Un joven chico, sonriente le atendió.

Ambos se quedaron pensando unos segundos. Uno de ellos tenía una expresión seria con el ceño fruncido y el otro al contrario, parecía mostrar más su sonrisa y emociones.

—Nos quedaremos un rato— Respondió finalmente, haciendo que la persona que les atendiera les llevara a una mesa que se encontraba al lado de una ventana, a simple vista parecía un lugar muy agradable.

—¿Les gustaría ordenar ya o les dejo un tiempo? —De nuevo volvió a tomar el chico de radiante sonrisa, que sostenía un pequeño libro de notas.

—Yo quiero un Moca Blanco y cachitos de jamón y queso—El mayor anotó su pedido y esperó a que el otro gemelo hablara —Mui, ¿Qué vas a querer? Elige rápido.

—Yo quiero Pan frito y un Smoothie de Durazno —Respondió de manera alegre, haciendo que se le contagiase la alegría a Tanjiro.

—Enseguida se los traigo —Se despidió con una mínima reverencia y se fue a realizar el pedido que le habían ordenado.

—Hermano ya hay una nueva ronda de panes y están calientes, así que ten cuidado— La voz femenina de su hermana llegó a sus oídos mientras la veía poner las bandejas en los estantes.

—Gracias Nezuko, también ten cuidado — Le mencionó a lo que su hermana inmediatamente asintió.

Con unas pinzas tomó los cachitos y los puso con cuidado en un plato, y a su vez iba preparando el batido de durazno. Luego de por fin terminar de freír el pan, acomodó todo y lo fue llevando a la mesa cerca de la ventana, donde los dos chicos esperaban su pedido.

—Aquí está su orden, por favor disfrútenlo— fue dejando los platillos en la mesa con cuidado. Gracias a una buena y exhaustiva práctica de meses, podría decirse que Tanjiro es demasiado bueno en mantener el equilibrio sosteniendo varias cosas, y a su vez lo hacía con elegancia. Haciendo que se llevara miradas de las personas a su alrededor.