Días Recurrentes | Kimetsu No Yaiba AU Escolar |

♀📆|Capítulo 34|Días Rojos| 📆♀

Las mujeres, seres hermosos que existen en este mundo y lo llenan de belleza. Son lindas, delicadas y amorosas... Bueno, no siempre es así, pero el punto es que son preciosos seres.
Algunas tienen una personalidad agradable y alegre, pero pueden volverse totalmente insoportables cuando "están en sus días". No se soportan ellas mismas y menos a los demás a su alrededor.

«Makomo Sakonji»

Seria pero amable, esas eran las palabras que mejor describían a dicha chica. La rodeaba un aura de tranquilidad y pacifismo.
Pero como a cualquier chica, una "visita" le llega cada mes.

La chica de ojos color verde cían se encontraba acostada en su cuarto, muy tranquila viendo la TV.
En eso alguien toca su puerta.

—Makomo, es tu turno de lavar los platos —La voz de su hermano mayor la llamó.

—Aja— Respondió sin interés, para dirigirse a la cocina.

—No se te olvide usar el producto que está en aquella repisa— De nuevo su hermano le indicó.

—Esta bien —

—Y también luego de eso, no se te olvide los deberes que tienes por parte del abuelo— Continuaba hablando.

—Los haré— Incluso si ella mantiene su faceta tranquila, su paciencia puede llegar a un límite.

—Y luego de eso- —Su frase fue cortada apenas a la mitad.

—¡Que ya sé todo lo que tengo que hacer! —Exclamó con obvia molestia.

Después de eso un silencio se extendió entre ellos. Sabito no dijo nada más y se fue de esa habitación con una cara indiferente.

Se dirigió a su oficina, donde se encontraba su abuelo y tomó asiento en una de esas sillas.

—Hey, Sabi- —El mayor quería decirle algo pero notó a su nieto con un aire de penumbra a su alrededor —¿Que pasó?

—... —Guardó silencio unos segundos para luego levantar su cara —¡Makomo me gritó!—Mencionó al fin—¿Será que se aburrió de mí? ¿Y si me odia? ¿La molesté demasiado? ¿Debo prestarle más atención? (…) —Esas y miles de preguntas salieron de su boca a una velocidad increíble acompañadas con un tono preocupado. Lo decía con un rostro tan serio que hasta parecía gracioso que se lo tomara tan a pecho.

El mayor dio un largo suspiro, esperaba que fuese algo más serio.

—¿Que le dijiste? —

—Solo le estaba mencionando lo que tenía que hacer —

—Oh, fue tonto de tu parte— Dijo— ¿Y por mera casualidad has notado en que fechas estamos? —Preguntó aún si sabía la respuesta.

—Estamos a últimos de mes...ah...ya entiendo— El inquieto chico tuvo un momento de reflexión, sabía que cuando a su pequeña hermana se encontraba en "esos días", tenía cambios de ánimos muy seguidos.

—Pregúntale si quiere algo y se lo compras— El abuelo dio una alternativa para ayudar al problema de sus nietos —Y por último, no presiones tanto a Makomo, ella sabe lo que tiene que hacer.