Que alegría era el por fin terminar la semana, era demasiado agotador estar escribiendo, investigando, haciendo operaciones, etcétera, cansaba mucho la mente.
La casa de los Kamado estaba sola, bueno, casi, ya que estaba Tanjiro.
Nezuko fue a ir de compras con su amiga Makomo.
Takeo fue a la casa de Senjuro para probablemente jugar y leer manga, sí, su pequeño hermanito era una otaku de closet.
Hanako fue invitada por sus amigas sus casas, Kie ya conocía a los padres de las niñas por lo cual no había nada de lo qué temer.
Y por último, sus hermanos más pequeños, Rokuta y Shigeru, eran acompañado por sus padres, quienes tenían que realizar unas diligencias y no podían dejar a los niños sólos, por lo cual lo llevaron con ellos.
Ahora sólo quedaba Tanjiro, solo, solín, solito en esa gran casa.—Qué solitario se siente.. —Sentado en el sofá de la sala, murmuraba cierto pelirrojo. La mayor parte del tiempo se la pasaba con sus hermanos, o con sus amigos, o con el trabajo, en fin, siempre tenía algo que hacer.
Luego de largos minutos de aburrimiento, cambiando cada segundo de posición en el mueble, tomó una decisión.
—¡Quizás pueda distraerme si salgo un rato! Después de todo no había nada más que hacer — Ya había lavado la ropa y la había planchado, limpió la casa e hizo el almuerzo por si su familia llegase a llegar más temprano de lo esperado.
Y así como dijo hizo.
Se colocó unas bermudas de color gris y una franelilla blanca, y como hacía algo de sol una gorra de igual color a sus bermudas.El característico ruido de la multitud en las calles era tan común, la gente cruzaba de acá para allá, con bolsas en sus manos, atendiendo llamadas telefónicas.
Se veían los niños en el parque jugando, era tan nostálgico.—¡Oye, tu, muchacho! —Alguien llamó a Tanjiro, sacándolo de sus nostálgicas memorias.
—¿Yo? —Se señaló y vio a su alrededor para cerciorarse de que era a él a quien llamaban.
—¿A quien más crees que llamo? Por supuesto que a ti— Le hizo una seña para que se acercara.
–Dígame, ¿Puedo ayudarle en algo? —Con distintiva sonrisa preguntó.
—Bueno muchacho, ahora mismo necesito a alguien para hacer ayudarme a vender— Comenzó a explicar —¿Así que por favor me ayudarías? Obviamente te pagaré —Terminó de realizar su petición, mientras le miraba al menor.
—Claro ¿Qué hay que hacer? — Sin vacilar aceptó. Nadie sabía si es que Tanjiro era una persona de muy pero muy buen corazón, o era una que tontamente aceptaba peticiones de extraños, nadie lo sabía con exactitud.
—¡Gracias muchacho! ¡Me has salvado! —Con alegría dijo, de verdad se escapó de un problema — Solamente tienes que colocarte este traje y sostener este cartel — Le mencionó, dejándole un traje de animal y un cartel que decía "¿Estás con calor? ¡Toma un helado!"
¿De que animal era el traje? Pues, un lindo, tierno, y rechoncho cerdito.Luego de ponerse la vestimenta, salió y comenzó a hacer lo encargado.
Era un poco embarazoso, claro, era un chico de 15 años en un traje de chanchito, ¡Totalmente infantil!—¡Vengan todos! ¡La heladería Zambia tiene los mejores y más delicioso helados de por acá! —Con voz entusiasta decía, esto era lo primordial para atraer gente. Era lo esencial para vender.
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Días Recurrentes | Kimetsu No Yaiba AU Escolar |
Short StoryCortos sobre la vida diaria de Kamado Tanjirō y conocidos, en sus días de Academia. Universo alternativo sobre el manga y anime Kimetsu no Yaiba. Personajes pertenecientes al mangaka Koyoharu Gotōge.