🍴|Capítulo 6| Es hora de la cena|🍴

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[***]

«Alguien un día me dijo, que el cielo se volvería cenizas y caería, en este mar de luces de la ciudad sigo buscando un lugar al cual pertenecer»

El día iba acabándose a su propio ritmo, ni muy lento ni muy rápido. El sol estaba ya poniéndose, tintando el cielo de bellos y atrayentes colores, es un lienzo el eterno, el cual siempre cambia y nunca será igual al del día anterior.

En un pequeño establecimiento, estaba una cafetería que llevaba por nombre de 'Rosa Fragante', era esa misma en la que Tanjiro trabajaba desde ya hace un tiempo.

El local estaba rebosando un aura de felicidad, y claro, como no podrían los clientes estar felices si el café y la atención al cliente eran muy buenas.

—¡Por aquí por favor! — En el ruido del entorno una cliente llamó al mesero, el cual vino casi inmediatamente con una sonrisa.

—¿Ya está lista para ordenar?— Con amabilidad en sus palabras rápidamente se llevaba el aliento de las chicas a las cuales atendía.

—S-si— Respondió un poco dudosa la chica— Una malteada de durazno,por favor.

—Enseguida se la traigo — Con un alegre semblante se despidió para ir a atender a otro clientes.

El chico de ojos vino se movía de aquí para allá con velocidad, llevando los pedidos de los clientes sin siquiera descansar un minuto, hoy la cafetería estaba inusualmente llena, o bueno, cada vez que él venía.

Y al pasar el tiempo recibiendo y llevando pedidos por fin su trabajo había terminado, quedando exhausto recostándose de una de las mesas que estaba limpiando.

—Vaya, Tanjiro, cada vez que vienes la cafetería se llena demasiado— Habló uno de sus compañeros.

—Ha, no para nada, es simplemente que el local tiene muy buena calidad y reputación — Excusó el chico que comenzaba a barrer la entrada del establecimiento.

—¡Dices eso porque no has notado lo popular que eres! Todos los que trabajan aquí hasta han llegado a tener celos—

—¿Que? Ja ja, ya para de bromear. Eso es imposible.— Continuó insistiendo.

Miró el reloj de la pared, que en ese momento era la hora de la cena.

—Bien chicos, me estoy yendo.
Exclamo Tanjiro despidiéndose de todos y ayudando a cerrar.

Caminando de vuelta a su hogar, tiraba la vista a sus alrededores, viendo la gente transcurrir y como los locales estaban siendo iluminados por demasiadas luces que hasta aveces cegaban de verlas.

Llegó sano y salvo a su hogar siendo recibido por su hermano pequeño.

—¡Hermano, ya se te hacía tarde!— Mencionó enfadado haciendo demasiados pucheros, haciendo que su hermano mayor se derritiera de lindura, amaba mucho a sus hermanos hasta al punto de muy protector con ellos.

—Perdón Rokuta, hoy había mucha clientela — Se disculpó llevando a su hermano en brazos hasta la cocina.

—Ya llegué — Dijo el chico incorporándose al entorno.

Días Recurrentes | Kimetsu No Yaiba AU Escolar |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora