Nueve

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Ink no sabía describir bien la situación en la que ahora se encontraba.

A su lado izquierdo estaba Fresh, a la derecha estaba Error, y él se encontraba en el centro del sofá. Todo estaría bien si tan solo el azabache no tuviera un rostro de querer matarlo.

Al parecer con su presencia arruinaba la telenovela que veían. No sabía mucho el tema de esta pero con lo poco que había observado podía deducir que... De acuerdo, no tenía idea alguna.

—¿Cuándo dijiste que te ibas? —Error no podría ver su novela con ese imbécil a su lado.

—En unos minutos, creo... —A cada rato dirigía su mirada a la ventana con la esperanza de encontrar el carro que lo llevaría a casa.

—Glichy sé amable, recuerda lo que dijo big bro —Mencionó al mayor.

—Ese maldito se fue a su cuarto cuando vio la oportunidad... —Refunfuñó en voz baja.

La actitud de Error le daba gracia al de bufanda marrón, se preguntaba cuando sería que no lo viera con esa cara de amargado.

—¡Oh! —Se levantó de su lugar de forma instantánea, aquella acción asustó a los dos hermanos— Ahí está mi chófer, supongo que hasta aquí estuvo mi visita.

—¿Quién te invitó en primer lugar? —Dijo entrecerrando sus cuencas.

—Ya me voy Error, tranquilo —Con paso apresurado caminó hacia la puerta— Nos vemos otro día.

—¿Qué dices? —Volteó a verlo desde el sofá— ¿Quién dice que quiero volver a verte?

—Quizás tú no, pero Fresh sí —El mencionado imitó la acción de su hermano— ¿Verdad?

—Ehh... —Le era algo complicado responder si el azabache lo miraba esperando lo que iba a decir— Sí.

—¿Ves, Error? —Abrió la puerta y a medio irse pensó decir algo para molestar al contrario— Yo y Fresh vamos a ser los mejores amigos, espéralo y lo verás, hasta puede ser que seamos algo más...

Un pequeño silencio se formó en el ambiente.

Error entendió a la primera lo que quiso decir el de bufanda, si antes deseaba que se fuera de su casa, ahora quería que este se cayera y se rompiera un hueso, mientras Fresh estaba algo confundido, por más que buscaba la manera de entender, no lo conseguía.

Ink sí que le gustaba vivir al máximo.

—¡Podríamos ser los super mejores amigos! —Pronunció con burla— ¿Qué pensabas, Errorcito?

—¡Ya vete!

Ink por poco no esquivó el libro que se le fue lanzado, rió algo nervioso y se despidió.

—Solo era broma ¡Hasta luego!

Con cierta velocidad se dirigió al vehículo, entró en el asiento de atrás y estalló en risas.

—¿Pasó algo, joven?

—N-no, nada, solo que... —Intentaba calmarse para seguir hablando— Ahh, solo arranca ¿Sí?

—Lo que usted pida.

El de orbes multiformes soltó un hondo suspiro y se resguardó en su bufanda, seguía riendo de forme leve pero es que no podía evitarlo, no esperaba decir algo tan tonto como aquello.

[Una sola respuesta] - ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora