Veintiseis

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Todo de Ink es falso.

Muy falso.

Sus lágrimas, sus sonrisas, su preocupación, su felicidad...

¿Todo de él en verdad era falso?

Estaba perdido.

No se movió ni un poco cuando Ink lo abrazó y su mente solo se mantuvo en blanco.

¿Que debería estar triste porque Blue se fue?

Sí, dolía, lo admitía.

¿Pero qué podía hacer?

¿Decir que no se vaya, que se quede no importará qué?

¿No era eso muy egoísta por su parte pedir aquello?

Como si...

Oh, cierto.

Eran amigos de la infancia y fueron algo más por un tiempo... 

Mas de igual manera, no tenía derecho a detener al de orbes celestes, tenía un futuro brillante que lo esperaba y seguro no se haría real si él lo retenía aquí.

Debía pasar en cualquier momento, sus caminos se separarían y ese día ya llegó, solo le queda aceptar aquello.

—¿Qué te pasa? —Pregunto con la mirada puesta en el frente.

Nunca supo cómo exactamente actuar cuando alguien estaba llorando, se ponía nervioso y rogaba que parará todo su show en seguida.

—Oye, todos nos están viendo raro...

—Pffttt, lo siento —Ya desde un buen rato su llanto había parado y aún así se mantuvo en la misma posición— ¿Y bien, qué piensas hacer? Parece que estoy rogando que me quieras después que me rechazaras cruelmente.

—¿No es obvia la respuesta? 

—¿Eh? —No esperó que el contrario lo sujetará de los brazos para alejarlo, eso lo había tomado desprevenido.

—Te dejó, que los demás te consuelen, no cuentes conmigo para eso.

Ink se quedó parado todavía procesando que era lo que había pasado, cuando se dio cuenta, se volteó y observó a Error yéndose.

—¡Hey, no te vayas!

El azabache hizo caso omiso al de orbes multiformes y hasta apuró su paso.

—¡Error!

Los dos ya se encontraban afuera del aeropuerto y la lluvia les dio la bienvenida. 

—¿Qué? —Pregunto desganado mientras el menor detrás suyo se recuperaba después de tanto ajetreo— Quiero ir a casa.

—Es q-que... —Literalmente se la paso corriendo sin parar los últimos minutos, necesitaba un descanso.

—Solo me haces perder mi tiempo, nos vemos —Ahora sí estaba decidido en irse.

—¡Ya dije que me esperes!

¿Qué pasaba hoy?

¿Era el día de abrazarlo a cada rato?

—P-podrías tenerme un poco d-de paciencia.

—¿En serio cuánto corriste?

—Mucho, así q-que cállate...

Él más alto solo le quedó suspirar y aguardar ahí con la lluvia que lo estaba empapando.

—Sabes, creo que lo haré...

—¿Uh, de qué hablas?

—Deséame suerte, Error.

El mencionado no entendía a que se refería Ink.

[Una sola respuesta] - ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora