Cincuentaicuatro

174 28 7
                                    

A las dos de la tarde tenía planeado verse con Ink pues luego irían a una sesión de fotos para una revista y lo mejor sería ir juntos.

Fue el primero en llegar en donde se supone se iban a encontrar, tomó asiento en una banca y se concentró en terminar de comer su sándwich de jamón.

Mientras masticaba con tranquilidad su aperitivo, alguien en silencio se acercó a donde estaba, alzó su mirada para saber quién era.

—¿Por qué me dejaste en visto?

Ink con una mirada seria e indignada se encontraba a su lado izquierda en busca de una respuesta creíble a su pregunta.

—¿Qué?

Por unos segundos se quedó pensando.

¿De qué estaba hablando ahora?

Ah, ya lo recordaba.

—Solo vi el mensaje por curiosidad y como tenía sueño, me volví a dormir luego de leerlo.

—¿Qué te costaba responderme aunque sea con un emoticón de sí?

—¿Sí? —Dio su último mordisco a su sándwich y puso la bolsa que lo envolvía en su bolsillo para después pararse— ¿Por qué crees que iba perdonarte?

—¡¿No ibas a aceptar mis disculpas?!

—Puedes calmarte un poco... ¿Por favor? —Pidió lo más amable que podía, el contrario se veía "un poco" exaltado, sus orbes eran de un tono rojizo y anaranjado.

—No digas qué hacer —Dijo cruzándose de brazos con molestia.

—Uhg, como sea —Rodó sus cuencas queriendo ignorar el mal humor que tenía el menor— ¿Vamos avanzando o qué?

—No sé, no estoy seguro si quiero ir.

—¡No hables como un estúpido y caprichoso adolescente! —Exclamó harto, su paciencia se había acabado.

—Uhm, deberías calmarte un poco ¿No?

Respira, Error, respira.

—Solo vamos... —Habló agotado y con una mano sobre su frente— ¿Sí? ¿Por favor?

—Bueno... —Respondió susurrando mientras jugaba con los bordes de su vestido— ¡Pero antes deberías comprar un helado!

No escuchaba mucho lo que decía, pero podía notar la emoción de Ink por solo hablar acerca de helados de vainilla y chocolate que vendían por aquí.

Discretamente sacó su celular y se fijó en la hora.

Supongo que aún había tiempo como para ir por unos helados.

Realmente no quería imaginar qué haría Ink si le dijera que no.

—Podrías caminar más rápido, Error.

—Ya voy...

—Apúrateeee, el helado no te va a esperar.

Al final tuvo un helado de chocolate, mientras Ink, uno de vainilla.

—¡Mira que genial se ve! Encima le pusieron chispas de colores.

—Ajá... —A solo ellos les pusieron esas cosas adicionales, desgraciadamente sabía la razón— Terminemos esto de una vez, ya falta poco para la sesión.

—¿Sesión? ¿Qué sesión?

—La sesión de fotos, Ink, esa sesión.

—Ahh, cierto, casi se me olvidaba —Riéndose procedió a comer su helado como un alegre niño pequeño.

Imitó la acción del más bajo rezando salir de esto sin pelear con el contrario otra vez.

Era agotador tener discusiones a menudo, más si era con la misma persona y por razones estúpidas.

Cuando acabaron cada uno con su respectivo helado, se pusieron en marcha, por suerte, no quedaba muy lejos.

—¡Ya no puedo! Tomemos un descanso.

—Si llegamos tarde va a ser tu culpa, eh —Comentó acercándose a donde el menor se había sentado.

—Solo es un pequeño descanso, tampoco es para tanto —Dijo poniéndose de pie.

—Bueno, como tú d...

Justo cuando iba a voltearse para continuar caminando, el más bajo chocó con su cuerpo.

—Ouch...

—¿Estás bien? —Preguntó intentado evitar más contacto con el contrario, pero es que era imposible, quería saber si en verdad estaba bien.

Quería...

Quería tocarlo.

—Sí, aunque ese golpe fue algo duro —Admitió sobándose su rostro, en ese momento supuso que recién se dio cuenta que estaban muy cerca pues bajó su mirada.

—¿Ink?

—¿Podemos quedarnos un rato así?

No pudo responder, en verdad no deseaba decir ningún palabra.

Sintió las manos ajenas aferrarse a su pecho y su leve respiración cerca de su cuello.

Agradecía que no pasaran muchas personas por donde estaban parados.

El único ruido que oía provenía del mar.

Desde su lugar podía percibir el aroma de Ink, era leve, si tan solo se acercará un poco más...

No.

Tenía que controlarse aunque sea vea muy provocativa la situación.

—Perdón, seguro que nos hemos demorado más de lo previsto —Comentó alejándose del azabache.

—Solo vayamos antes de que sea más tarde.

—De acuerdo.

////////////////

—Ya no me gusta esto ¿Nos podemos ir?

—Acabamos de llegar, Ink ¿Me lo dices en serio?

—No, obvio que no, era una broma —Dijo con una notable ironía— Uhg, ni siquiera sé por qué te lo dije, de igual manera no ibas a hacer nada.

—Simplemente haz tu trabajo y sonríe a la camarita ¿Podrías?

—¿Te has fijado en el vestuario? Es horrible, así que no tengo muchas ganas de sonreír, lo siento tanto.

—No, tú no lo sientes ¿Por qué te estás comportando de esta manera? Eres tan irritante.

—¿De qué hablas? Soy el mismo Ink de siempre, además si estoy tan irritante como dices, entonces vámonos.

—¡Ink!

—¡¿Error, acaso has notado mis ojeras?! ¡No he dormido muy bien estas semanas! ¿Okey?

—Cuando salgas de aquí —Mencionó refiriéndose al baño, el lugar donde se encontraban— Más te vale que estés con una sonrisa en tu rostro.

—¡Pero...!

—¡Y no me digas nada sobre el vestuario, que apenas llegamos y los viste, dijiste que te gustaban!

—¡Pues se puede cambiar de opinión! ¡¿Lo sabes, no?!

Paciencia, necesitaba mucha paciencia.

—¡No me dejes hablando solo, Error!

Unos minutos después de salir del baño, Ink por fin había regresado.

—Estoy sonriendo ¿Feliz?

[Una sola respuesta] - ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora