Treintaiocho

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Algunas veces quería pensar que tenía todo lo que necesitaba en su patética vida.

—Oye, Error —Puso la pantalla de su celular en frente de la cara del mencionado— Mira qué lindos gatitos.

—No me interesa —Apartó la mano del contrario y siguió manejando.

—¿Hasta cuándo vas a estar así? —Pregunto mirando de reojo al azabache— Ya te dije que yo no hice nada malo. 

—Ajá, lo que tú digas.

Escuchó como Ink suspiró quizás algo triste pero de igual manera siguió ignorándolo.

No le agradaba sentirse de esta forma, pero no podía evitarlo.

—¿Puedo hacer algo por ti?

—No.

—¿Estás seguro? —Apoyó su cráneo en la ventana del vehículo.

—Solo no vuelvas a tardarte por estar hablando, sabes que tenemos una agenda planificada.

—Tampoco es para tanto.

—Entonces olvídalo.

Otra vez el silencio se hizo presente y no se deshizo hasta llegar a la casa del menor.

—¿Por qué no vienes conmigo adentro?

—Tengo que irme.

—Solo será unos minutos, vamos.

—Tch, que sea rápido.

Mientras subían las escaleras, suponía que era por la tranquilidad de la noche en que estuviera fijándose en el movimiento del vestido de Ink como si fuera lo más interesante, aunque ahora entendía cuando éste comentaba que usar esa prenda era tener un poco de libertad al andar.

—¿Estás bien que le sonrías a todo el mundo? —Soltó esa pregunta sin querer.

—¿Qué dices?

—Algunos pueden malinterpretarlo.

—Oh... —Ladeó su cabeza un poco sorprendido— ¿En serio?

—No te hagas el inocente —Sujetó la muñeca al estar lo suficiente cerca, parece que su tacto hizo que el contrario retrocediera, por suerte ya habían llegado al piso cuatro antes de eso. 

—Sé que algunos tienen otras intenciones, pero no es mucho de que preocuparse, no me impor...

—A mí me importa —Ejerció más fuerza en su agarre— Ink, no eres esa clase de persona ¿No?

—¿De qué...?

—Esa que le gusta tener un juguete y cuando se aburrió de él, cambiarlo por otro, después de todo, tienes de tantos lados para elegir, a cualquier le encantaría estar junto a ti ¿Verdad?

—¿Y eso a qué viene?

—Solo responde.

Trataba, en verdad que trataba de no exaltarse, por lo menos no aquí, donde podían oír lo que charlaban.

—No te entiendo —Rió levemente para luego dar unos pasos hacía atrás, era claro que deseaba despejar el ambiente tenso que había entre ellos dos— Error, quería mostrarte algo.

¿Por qué te desvías del tema con una sonrisa?

Poco a poco soltó la muñeca del más bajo.

—El lunes cocine algo —Dijo mientras se dirigía a su departamento, solo le quedó seguirlo sin decir nada.

"¡La próxima me saldrá mejor, Error!"

—Me gustaría que lo probarás —Abrió la puerta e ingresó.

[Una sola respuesta] - ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora