El lunes fue su ceremonia de graduación.
Sus compañeros se veían felices, sonrientes, él también pero...
En verdad no le importaba.
No es como si se haya esforzado mucho para estar aquí de igual manera.
Su miraba se dirigió al suelo y esperó que todo esto terminará para poderse irse de ahí.
No entendía por qué quiso estudiar esta carrera, ni siquiera iba con él, no tenía sentido, nada de esto tiene sentido, ni su vida.
Todos parecen tener una meta, algo por lo cual seguir, luchar y no rendirse.
Ellos sueñan por un futuro espléndido...
Y luego está él, que siempre tuvo su destino escrito, su madre le dijo que era a lo que tenía que aspirar.
Ser el mejor, destacar sin importa qué.
Que los demás lo amen, lo admiren, que no puedan despegar la vista de él.
¿Está bien eso?
¿Eso quiere?
"¡Lo voy a dejar!"
¿Debería dejarlo?
"Si esto no me deja verte seguido, ya no lo quiero, lo voy a dejar"
No.
"¡Ya tomé una decisión!"
No, no, no.
¿Qué estaba pensado?
Realmente le afectaba a su persona, ya ni podía pensar claramente.
Levantó su mirada al estar parado delante de su casa.
Aquella donde vivió muchos años, todavía tenía la llave así que podía entrar, su mamá no se encontraba y eso le aliviaba.
Se adentró a su viejo hogar y miró cada rincón como si hubiera pasado mucho tiempo desde que estuvo en este lugar.
Tomó asiento en el piano y con sus falanges acarició las teclas.
Él solía estar aquí junto a Zephyr.
El mayor estaba a su lado izquier...
No, ya no.
Nunca más.
—¿Cómo era?
Había una canción.
Cuando no podía dormir...
"¿Te gusta, Ink?"
Por alguna razón podía más o menos podía comprender lo que decía.
"Brille, brille, petite étoile"
—¡Cállate! —Exclamó molesto, mas continuó tocando el piano, cada vez más rápido, la melodía se estaba distorsionando, ya no era calmada como antes, él había aprendido que la canción tenía una parte acelerada— ¡Tú eres un mentiroso!
Se detuvo de repente y sus manos formadas en puños golpearon las teclas una y otra vez, provocando un ruido espantoso que resonaba en todo la casa.
Se levantó de su sitio y subió las escaleras.
Tambaleándose caminó hasta estar en frente de esa habitación, con cuidado abrió la puerta y... no se atrevió a entrar.
—Siempre dijiste que estaríamos juntos...
Muchas lágrimas se formaron en sus cuencas, empaparon completamente su rostro y él en vano intentó limpiarlas con sus manos.
//////////
—¿Ahora qué te pasa?
—¿Uh?
Ink alejó la flauta de su boca y su vista fue hacia el azabache.
—Olvídalo.
Reposó su mentón en su mano y miró hacia otro lado.
—¿Y qué te parece? —Preguntó recargando su espalda contra el cojín del sofá— ¿Te gusta mi nuevo hogar?
—Supongo que está bien.
—Podría decir algo más... —Cerró sus cuencas sonriendo— Eres tan seco.
—Déjame en paz —Dijo frunciendo el ceño.
—¿Estás enojado?
—No.
Por unos minutos se formó un silencio.
—Oí que Cross y Nightmare se tomaron un tiempo de la universidad.
—Ajá.
—¿Ya lo sabías?
—Sí —Asintió desinteresado— Como pronto van a ser padres...
—¿Entonces están juntos de nuevo?
—Solo tuve que darles un empujón para que hablarán y...
—Uhmm, ya veo —Se acercó un poco al mayor— ¿Desde cuando te gusta resolver los problemas de los otros?
Error observó un rato al de orbes multiformes.
—Solo lo hice porque ya me estaba hartando la actitud de esos dos —Suspiró e iba a bajar su mano pero fue detenida por la del contrario.
Era cálida, podía sentirlo aunque solo sea un pequeño roce.
—¿Te imaginas a ellos cuidado a un bebé? —Cuestionó y empujó levemente la mano del azabache, sus manos estaba chocando y quería que siguiera así.
—La verdad no —Respondió sincero y mirando a la cara a Ink mantuvo su mano alzada e intentó tranquilizar su pulso, su alma palpitaba sin control, cuanto quisiera alejarse para no tener tan cerca el rostro del más bajo, hasta podía sentir su respiración lenta y suave.
—Las manos de los recién nacidos son tan pequeñas, podrías romperlas en cualquier momento, ellos son frágiles y... una completa carga para todos.
Poco a poco notó que Ink apretaba más y más su mano, ya empezaba a escuchar el ruido de algo que se estaba rompiendo.
No quiso alarmarse, solo continuó con su semblante serio y no sabiendo qué hacer, atinó a también estrujar la mano del menor con fuerza.
—¡Ay, Error, eso dolió!
Sus manos se separaron igual que ellos.
—¡A mí también, idiota! —Exclamó.
—¡Ves que sí estabas enojado!
—¡Tú haces que me moleste!
Ink se reía mientras se levantaba del sofá.
—Ven conmigo, no te enseñe que hasta tiene un balcón allá.
Irritado fue detrás del contrario.
—La vista es hermosa ¿Verdad que sí?
—No está tan mal.
Error recargó sus brazos sobre el balcón y ocultó su rostro.
Se estaba volviendo loco.
Nunca había tenido este sentimiento de querer hacer a alguien solo suyo.
Ink en verdad sacaba lo peor de él.
—Hace tiempo que no tocaba la flauta, es tan extraño tenerla otra vez en mis manos.
Se mantuvo sin decir nada y solo escuchaba la voz de Ink.
El tiempo va pasando tan rápido que da miedo, todos están tomando un camino diferente, cada vez todos se alejan, ya nada es como antes.
Todos están ocupados con sus propios asuntos, todos metidos en sus propios mundos, incluso Ink...
¿Podrías arrastrarme a lo más profundo y oscuro de tu mundo, Ink?
Y así, quizás...
—Fresh me dijo aún no sabe que va a estudiar, puede que le ayude en eso ¿Está bien, Error?
¿Sentir que estoy a tu lado por lo menos un poco?
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[Una sola respuesta] - ErrorInk
FanficToda su vida, Ink se ha cuestionado muchas cosas, pero prefiere no complicarse tanto y simplemente darle a todo una respuesta rápida para olvidarse de aquello tan pronto sea posible. Sin embargo, no puede seguir esquivando esas múltiples preguntas q...