[Una sola respuesta] - ErrorInk

Cincuenta

El césped es verde.

El cielo es celeste.

El sol es amarillo.

El mar es azul.

Todo es simple a la vista de un niño.

¿Por qué las personas lloran?

Es porque tristes están.

¿Por qué las personas sonríen?

Es porque felices están.

Pero a medida que uno crece, la perspectiva sobre las cosas del mundo cambian.

Ya nada es tan fácil como solía ser.

Aunque... ¿Lo fue alguna vez?

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No quería despertar.

¿Para qué?

¿Acaso hay alguna buena razón?

Prefería estar todavía en cama, envuelto por las sábanas y...

Ah, cierto.

Se olvidó por completo que no estaba en su departamento.

¿Cómo...?

Sus recuerdos aún se encontraban borrosos.

Abrió sus cuencas para observar su entorno con un poco de indiferencia y se encogió en su lugar receloso al recordar la situación en la que se metió anoche.

—Qué estúpido soy... —Escondió su rostro en la almohada y quiso desaparecer de la faz de la tierra.

Luego de unos minutos, aturdido tomó asiento para despejar su mente y ver cómo iba a salir de este lugar sin que se note mucho su presencia.

Intentó levantarse, pero se contrajo de dolor al poner un pie sobre el piso.

A duras penas llegó al baño y una vez ahí se puso delante del espejo.

Su aspecto era horrible, no había que mentir, aunque realmente le importaba muy poco, o quizás sí le importaba demasiado, y solo se estaba mintiendo, no lo sabía.

Se lavó su cara con cuidado, pues el golpe en su pómulo aún le ardía.

Cuando quiso ir por su ropa, casi se cae, sus piernas no le respondían, no, la verdad era que no las podía sentir del todo.

Talvez necesitaba descansar.

—Solo será un rato... —Se dijo a sí mismo y se quedó parado por un segundo— Okey, es suficiente.

No deseaba estar más en esta habitación.

Se vistió rápidamente y trató de acomodar todo para que pareciera que nadie estuvo ahí, que nada pasó, nada, nada.

Con sus manos temblorosas tocó su rostro.

Ninguna lágrima, sí, así tenía que ser...

¿Por qué tendría que llorar?

Pero entonces...

¿Por qué tendría que sonreír?

Pronto sus rodillas tocaron el piso.

Se sentía tan solo, desde hace muchos años que no tenía este sentimiento golpeando su pecho una y otra vez.

Sin embargo, sabía que era una tontería.