Treintaitrés

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Desde hace unos minutos Error ya había despertado mas todavía se mantenía echado en la cama junto a Ink, quien dormía.

Eran alrededor de las seis de la mañana y aún no lograba conciliar de nuevo el sueño.

Le dio un pequeño vistazo a Ink para luego poner su mano sobre el brazo del mencionado, como no hubo reacción alguna entonces dedujo que aún seguía durmiendo profundamente, pero de igual manera se acercó y poco a poco se apoyó en él, consiguiendo que se removiera por el repentino tacto.

Como vio que el menor no iba a despertar por cualquier cosa, alzó la manga de su polo y observó ahí una curita, por cierta curiosidad presionó esa zona con su falange, en un instante ya tenía a alguien agarrándole la muñeca para detener su acción.

—¡¿Ahh, qué haces?! 

—¿Estabas despierto todo este tiempo? —Preguntó entrecerrando sus cuencas.

—Sí... —Admitió mientras miraba hacia otro lado— Eso dolió.

—¿Lo de anoche también?

—Solo un poco —Dijo tapándose con las sábanas hasta su cabeza.

—Hubiera parado si me lo decías.

—Ajá...

Error rodó sus cuencas molesto por la actitud distante del contrario, así que al verse sin muchas opciones para poder hablar decidió hacerlo a la fuerza.

No sintió mucha resistencia por parte de Ink al momento de abrazarlo por detrás y llevarlo de vuelta afuera de las sábanas.

—¿Pasa algo? —Cuestionó dejando reposar su mentón sobre el cráneo del menor.

—No, actúas raro.

—¿Yo? ¿En serio? —Apretó un poco su agarre, como siempre pasaba, el de orbes multiformes lo hacía enojar con facilidad.

—¿Qué quieres? 

—¡Quiero que me hables! 

—Ya lo estoy haciendo —Comentó como si fuera lo más obvio.

—Me refiero que me hables sobre lo que pasó entre nosotros anoche —Fue ahí cuando sintió las manos del contrario sobre sus brazos, intentaba liberarse.

—¿Es necesario?

—¡Sí!

—¿No puede ser otro día?

—¿Por qué lo evitas, qué te cuesta decirme algo?

—¿Qué necesitas escuchar? 

—Olvídalo, me voy.

Soltó al más bajo y antes de poner un pie en el suelo escuchó la voz de Ink.

—Quédate conmigo...

Odiaba que solo necesitó escuchar eso para quedarse aún en la cama.

Odiaba amar todo de Ink aunque no quisiera hacerlo.

¿Por qué?

¿Por qué no podía simplemente dejarlo ir?

¿Por qué deseaba más?

Mientras se besaban poco a poco tumbó a Ink en la cama sin darse cuenta, cuando se separó, el contrario solo le sonrió de manera dulce, por lo que escondió su rostro en el cuello del contrario, su aroma lo embriagaba, lo hacía olvidarse de todo.

—¿E-error? Me haces c-cosquillas...

Como respuesta empezó a repartir pequeños besos en la que al parecer era la zona sensible del orbes multiformes.

—P-pfftt, E-error, ya p-para... 

Siguió con lo suyo solo por unos segundos más antes de detenerse y observar un rato al contrario.

Nunca creyó que esas tonterías del amor tenían un significado realmente especial, ya que todas esas lindas palabras que te decían simplemente dejan de importar algún día.

Al final, si no te abandonan porque se aburrieron de ti, entonces era porque encontraban algo mejor.

El amor te ilusiona, te engaña, te hace feliz, te hace llorar, te hace sufrir.

Nunca aclamaría que el amor es lo más bello del mundo, después de todo, también tenía su lado despiadado y egoísta.

—Mantengamos esto en secreto ¿Sí?

Solo se conformaba con estar a su lado así que aceptó.

Las palabras sobraban entre ellos, debía meterse en su cabeza que esto solo era el deseo de no sentirse solo, rechazado, de tener por lo menos a alguien pero sin compromisos de por medio, algo fugaz.

No tenía ni idea lo que Ink quería ganar con esta recién creada extraña relación, quizás solo estaba siendo utilizado, mas procuraba no darle mucha importancia a aquello.

Dañaba con gravedad sus sentimientos, lo sabía, lo podía sentir, pero el tener cerca al de orbes multiformes lo aliviaba.

Ink provocaba una tempestad en él, lo tenía muy claro, sin embargo, eso no era motivo suficiente para ver que algo andaba mal.

A este paso, dudaba si seguir llamando esto amor.

¿En serio había que ponerle un nombre a lo que tiene con Ink?

Simplemente deja que las cosas fluyan por sí solas, el destino después de todo ya está fijado.

A los ojos de Ink no era nadie, solo un misero reemplazo a lo que realmente quería.

Un rol secundario tuvo que asumir en la vida del menor.

A partir de ahora, eso era.

Se preguntaba a este paso...

¿Quién terminaría más perjudicado?

Antes de que esto comenzará, con pena ya veía el inminente final.

Con este "amor" se cayó a pedazos su amistad.

Nada sería lo mismo.

∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆

¿Qué piensan de Ink y Error?

Porque yo ya no sé qué pensar de ellos ¯\_( ͡' ▿ ͡')_/¯

[Una sola respuesta] - ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora