Cincuentaidos

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Heey, Error... —Esperó por una respuesta mas ésta nunca llegó—Error... ¿Error? ¿Me estás escuchando?

—Estoy ocupado —Dijo cortante.

—Yo tambiénInmediatamente dejó de estar echado en la cama del azabache para tomar asiento— Estoy comiendo... ¿No quieres un poco?

—No.

Ink se quedó callado sin saber si decir algo más.

—¿Acaso la comida japonesa no es de tu agrado?

Silencio.

Un silencio que lo aburría.

Siendo precavido se inclinó para ver que tanto hacía Error en su celular.

—¿Una sopa de letras? —Su ánimo se elevó de pronto— ¡Te ayudo! ¿Sí? ¿Puedo, verdad?

Y antes que el contrario diga algo, el de bufanda ya se había acercado lo suficiente para romper la distancia que los separaba.

Error se encogió lo que más que pudo en su lugar, la acción del orbes multiformes lo había tomado demasiado desprevenido, tanto que no fue capaz de reaccionar y alejarse.

Encontré tres palabras, de nada.

—¿Quién dijo que necesitaba tu ayuda?

—Sé que eres muy orgulloso como para pedirlo, por lo qu...

—Lo que sea, déjame en paz con mis cosas.

—No hasta que comas un poquito de mi sashimi.

Nunca lo he comido —Comentó y un segundo después ya tenía al dichoso sashimi delante de sus cuencas.

Solo prueba —Movió ligeramente lo que sostenía con los palillos— Incluso yo mismo te lo daré, abre la boca.

[Una sola respuesta] - ErrorInkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora