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Sangmi estaba siendo un hueso duro de roer, y si ella era difícil de conseguir, no se podía imaginar cómo sería con Yerin.

-Solo pretendo invitarte a cenar- sonrió tiernamente Jimin. Él sabía perfectamente como engañar a las chicas, y por suerte había nacido con un rostro adorable y sexy a la vez, cuando sonreía las chicas caían rendidas a sus píes.

-Lo se, pero no me permiten salir con chicos, y la verdad tampoco estoy interesada en ello- le rechazó por milésima vez esa semana.

-Oh- levantó las cejas Jimin- Es porque te gustan las chicas, entiendo.

-¡No mal interpretes mis palabras a tu antojo!- le riñó Sangmi- No estar interesada no quiere decir que me atraigan las chicas, simplemente quiere decir que no quiero ataduras y quiero disfrutar de mi adolescencia.

-Bueno- se encogió de hombros él- ¿Y quién dice que no puedas salir conmigo cómo amigos? Nada te lo impide

-Jimin, todo el mundo sabe que tu no tienes amigas- puso los ojos en blanco la chica y suspiró- Solo usas a las chicas para una cosa.

-Eso puede que fuese antes, pero he encontrado algo, o mejor dicho alguien que me ha encaminado- empezó a actuar él.

-¿Se supone que me vas a decir que soy yo?- se mostró reacia a sus palabras, no se podía creer la manera tan desesperada con la que le hablaba el muchacho.

-¿Tu?- soltó una pequeña risa ahogada al ver la cara de la muchacha, la cual parecía un tanto molesta- me refería a mi psicólogo- La chica de repente sintió curiosidad, aunque intentó no mostrarlo- Fui por obligación y al final me hizo darme cuenta de lo idiota que he sido con todas las chicas.

-Me alegra que estés haciendo un esfuerzo por cambiar- sonrió tiernamente ella cayendo en au trampa, pensando que las palabras de Jimin eran sinceras.

-También me he dado cuenta de otra cosa- Jimin agachó la cabeza y no dijo nada más, unos segundos después la levantó de nuevo y miró a la chica a los ojos- Es que me gustas.

De repente las mejillas de la chica se tiñeron de un pálido rosa.

Jimin podía ver el conflicto de la chica en su rostro, así que cuando ella dijo- Mañana a las siete ven a buscarme a mi casa- mientras escribía en un papel y se lo daba, le pilló bastante por sorpresa.

-Allí estaré- sonrió ampliamente el chico.

-Ahora he de irme- le informó Sangmi- Pero ya nos veremos.

-Hasta mañana- le guiñó un ojo y las mejillas de la chica se volvieron a teñir, esta vez de un suave rojo carmesí y ambos se fueron hacia sus respectivos lados.

Jimin estaba contento, parecía que Sangmi no iba a ser tan difícil de convencer.

Mientras andaba hacia el aula abandonada se encontró a Jungkook por el camino, cuando le iba a saludar vio como el joven se acercaba a una chica.
En cuanto ella se giró con una gran sonrisa en el rostro los pasos de Jimin cesaron.

-¿Te lo has pensado Jungkook?- le preguntó Yerin al joven, mostrándose cercana a él.

"¿Des de cuándo estos dos se conocen?" Se preguntó Jimin.

-Tengo clases de baile a la misma hora- respondió él muy triste. Realmente Jimin notó la tristeza del chico.

-No pasa nada- respondió ella intentándolo animar con su sonrisa- Puedes visitarme siempre que quieras, ya sabes dónde estoy- Jungkook asintió- Y...-la chica pausó insegura de si preguntar o no- ¿Tu podrías convencer a tu amigo Namjoon?

"Boy in luv" BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora