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Yerin se encontraba apoyada en la pared, esperando, altamente nerviosa.
Namjoon le había pedido que le esperase en esa misma localización, a tres calles del instituto. Después de hacerlo por quince minutos el chico al fin apareció, haciendo que la chica despegase la espalda del muro a la espera de que le dijera algo, pero este no dijo absolutamente nada. El chico simplemente cerró los ojos y cogió aire profundamente, acto seguido lo expulsó y con la cabeza le indicó a la chica que le siguiese.
Sin dudarlo dos veces ella le siguió sumisamente.

El viaje camino a casa de Namjoon estaba siendo un tanto incómodo, ninguno decía nada y para no incomodarle ella se mantenía unos pasos más atrás del chico, mirando fijamente al suelo.

-Sabes- finalmente rompió el silencio Namjoon- Se que tenía cómo condición no preguntar, pero es muy raro que quieras venir a mi casa sin decirme el porqué.

Yerin no sabía que responder, así que se mantuvo en silencio.

El chico se paró en seco, haciendo que Yerin se chocase contra su espalda.
Namjoon se dio la vuelta y la chica alzó la mirada, aún sin decir nada.

-Realmente no se que es lo que quieres- se inclinó un poco hacia ella, dejando pocos centímetros de distancia entre ambos.

Yerin le miró a los ojos y dijo- Tranquilo, si todo sale bien créeme que en poco lo sabrás.

-Si estás ligando conmigo, es la manera más rara de hacerlo- fue sincero Namjoon. Ella lo había negado, pero ¿Que otra cosa podía ser?

-No tengo interés en ninguno de los siete- respondió Yerin con la misma sinceridad... parcialmente. Sólo tenía interés en él, pero no en ese sentido. Necesitaba algo de Namjoon.

-Está bien- se encogió de hombros él- Entremos, tengo mucha curiosidad- le indicó y Yerin miró a su derecha, estaban parados en frente de una lujosa casa.

Ambos entraron a la casa y fueron recibidos por una sirvienta- ¿Una chica?- le preguntó sorprendida a Namjoon- Nunca has traído una chica a casa- dijo acercándose a Yerin con una amplia sonrisa en el rostro.

Yerin frunció el ceño extrañada, daba por hecho que los siete serían mujeriegos por lo que los rumores contaban.

-No te hagas ilusiones- puso los ojos en blanco el chico- Tenemos que hacer un proyecto de clase.

-Prepararé el salón para vosotros- dijo ella haciendo una reverencia.

-No hace falta, vamos a ir a mi habitación- le informó él haciendo que  Yerin abriera los ojos como platos.

-No- espetó asustada, de repente, ganándose una confusa mirada de los otros dos- Quiero decir- carraspeó- Me sentiría más cómoda en el salón.

-Está bien- se rindió Namjoon- No hace falta que recojas el salón, simplemente prepara algún refrigerio- le indicó a la sirvienta y está, después de hacer una reverencia, se fue.

Namjoon se volteó hacia Yerin- ¿Tienes miedo de estar encerrada en la misma habitación que yo?- preguntó levantando una ceja, intentando incordiarla.

-No- mintió ella- Únicamente no quería que se hiciera la idea equivocada.

-Tranquila, si subiéramos a mi habitación seguramente la historia acabaría como ella se lo imagina- le guiñó un ojo Namjoon y la chica le miró con el rostro completamente en blanco, mostrándose fría- Anda, vamos.

Yerin asintió y siguió a Namjoon hasta el salón.
Seguidamente abrió la boca sin podérselo creer, solo el salón era como su casa. Aunque a decir verdad, la casa de Namjoon no era tan increíble cómo la de Hoseok.

"Boy in luv" BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora