Candace:
Me sentía más tranquila después de aquel día, cuando no le permitía a mi hermano manejar mi vida. Aun así, le estaba tomando un poco de cariño por lo que hizo cuando Peter me propuso ser su novia enfrente de toda la escuela. Por desgracia, escuché las apuestas y escapaba de Peter cada que podía, no quería ver como para él era una manera fácil de ganar dinero. Y, con Arvel, todo era diferente. Parecía que no quería hablar conmigo, cada vez que nos encontrábamos él tomaba otro camino para no tener que vernos de frente. Dolía, y mucho.
Así estuvimos por una semana entera, la peor de toda mi vida por sentir que estaba perdiendo a Arvel, pero la mejor por al fin ponerle altos a mi mellizo respecto a mi vestimenta.
El sábado terminaba de bajar las escaleras cuando miré a Rory esperándome bajo de las escaleras, y desde que notó mi presencia supe que no le parecía mi forma de vestir, por décimo tercera vez.
—No piensas ir así, ¿verdad?
—Sigo sin entender por qué te molesta tanto.
Solo traía puesto un vestido, mis converse y un suéter para la noche.
—Eres mi hermanita —dijo desesperado—. Y estas mostrando mucha piel.
—Así me siento cómoda —me acerque a él—. Confía en mí.
—Lo hago, enana, pero no confío en Peter ni en los demás de la fiesta a la que iremos.
—Tendré cuidado, además, Gerard estará conmigo.
Lo pensó un poco, se miraba muy estresado últimamente y no sabía la razón, tal vez tenía problemas con su nuevo ligue o algún profesor. Se detuvo y me miró, aunque no entendí muy bien sus expresiones.
—De acuerdo.
—Gracias, Rory.
—Sí —volteó los ojos—. Vámonos, los otros nos están esperando.
*
Esa vez fuimos a un parque, Gerard quería alejarse un poco de la comida chatarra por su salud, y la mayoría queríamos seguir sus pasos. Por supuesto Jacob no se lo tomó de buena manera. Por eso, Arvel y él estaban en otro lugar comprando algo para ellos.
No había visto a Arvel, y estaba bastante nerviosa por mirarlo de nuevo, en especial porque no me podría ignorar ya que los demás comenzarían a hacer preguntas incómodas.
Para mi desgracia, Peter apareció primero que Arvel. Se le notaba muy feliz, lo único que no me gusto fue como su mirada se dirigía a mis piernas y, al final, a mi rostro. O eso quería pensar.
—Hola, linda Candace.
—Hola, Peter.
Se acercó y me dio un beso en la mejilla, tomó mi cintura y nos juntó. Comenzó a hablar en mi oído.
—He esperado este día toda la semana. Quiero estar junto a ti toda la noche.
En cuanto se separó de mí me preparé para salir corriendo, pero lo único que pude hacer fue sonreír... y esta desapareció cuando escuché la voz de Jacob.
—¡Candace, al fin estás aquí!
Desde luego, Arvel se encontraba a su lado. No hablamos, solo nos miramos por unos segundos que se sintieron años. Y por ningún motivo quería dejar de verlo, en especial cuando supe porque lo amaba... bueno, eran tantas las razones. Y cada una me recordaba un momento importante de nuestra vida.
—Hola —atine a decir, porque mi rostro se sonrojo por la mirada de los demás.
—Hola, Flynn —me sonrió.
Está de más decir que esa frase solo me hizo, de verdad, amarlo.
Tan pronto los otros comenzaron a cambiar de tema, tuve que incorporarme a la conversación e ignorar el intercambio de miradas que teníamos Arvel y yo. También los latidos de mi emocionado corazón, poco faltaba para que salieran corazones a mi alrededor como en las caricaturas.
—Muy bien —dijo Gerard—. Creo que es momento de hacer lo más divertido del día.
—Tú solo piensas en comer —comentó Phoebe.
—Hey —interrumpió—. Eso no es cierto, acuérdate de la dieta.
—Claro y todos te lo creemos —habló Benjamín y reímos.
—Yo apoyo a Gee —dijo mi hermano—. Es hora de ir a alguna fiesta.
—Pues ahora me toca a mí dar las buenas noticias —sonrió Jacob—. Mi primo está celebrando su cumpleaños, pero por alguna razón no ha visto este bello rostro —se señaló con egocentrismo—. Así que no hay problema mientras no aparezcan mis padres.
—Hay que irnos entonces —dije.
—Mejor si hay riesgos —animo Peter.
Esa vez tuvimos que caminar porque Gerard había perdido su licencia, aunque en realidad no importaba. Disfrutaba de la compañía de mis amigos y hermano, en especial por sus ocurrencias, hacían olvidarme de mis problemas por tan solo un segundo y eso bastaba. Estaba relajada, más por la lejanía de Peter en ese momento y Arvel a mi lado.
Jacob había dicho que estábamos por llegar, todos comenzamos a emocionarnos y acelerar el paso. Entonces, Arvel tomó mi mano, comenzó a arrastrarme y solo atine a seguirlo sin hacer preguntas. Cuando estuvimos un poco lejos, corrimos, el viento despeino mi cabello y, por alguna razón, me sentí libre.
No supe dónde nos detuvimos, no era como que me importara ya que estaba con la persona que amaba a mi lado.
El lugar estaba iluminado por luces de navidad, seguía sin reconocer el lugar, pero entre más lo observaba más me gustaba. Me molesto que las personas que estaban ahí actuaran como si no se encontraran en un lugar mágico.
—¿Te gusta? —preguntó.
—Me encanta —sonreí, Arvel tomó mi mano.
—Me alegra escuchar eso. Es mi lugar favorito.
¿Era en serio? ¿Cómo es que no lo conocía? ¿Por qué nunca me habló de ello? Aun así, no me moleste y lo seguí otra vez. Compramos varios dulces y Arvel me regalaba mis favoritos, al principio se los rechazaba, pero era muy persistente.
Al final, después de horas conversando, nos alejamos un poco de las personas. Ahí estábamos, solo él y yo, como en mis sueños.
Arvel se acercó a mí, y de pronto me abrazó. Yo correspondí sin pensarlo, lo abracé tan fuerte porque tenía miedo de que ese momento terminara muy rápido. Cuando se separó, estuvimos mirándonos a los ojos un rato. Mi corazón latía muy rápido. Deseaba que alguien me pellizcara para saber si estaba soñando.
—¿Cómo puedes ser tan hermosa y dar tanto amor al mismo tiempo? —habló—. No te puedo odiar, y tampoco solo quererte.
—A-Arvel —tartamudee.
—No hables, Flynn.
Me quedé sin palabras, solo podía sentir mi corazoncito latiendo a toda velocidad... y mi rostro sonrojado. En especial al ver como se acercaba para besarme.
Cerré los ojos instintivamente, pero sonó mi celular. Por desgracia, me separé rápido y tomé el artefacto que odiaría por toda mi vida. Era un mensaje de Rory.
—¿Qué sucede? —preguntó Arvel.
No lo podía creer.
—Nuestros amigos están en problemas.
![](https://img.wattpad.com/cover/167243083-288-k780643.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Siempre fuiste tú ✔
Teen FictionCandace Delaney y Arvel Winslow han sido amigos casi toda su vida, ambos pueden deletrear sus aventuras o callar cuando se trate de sus travesuras. Candace está enamorada de Arvel, y Arvel está enamorado de Candace. Solo que ninguno sabe sobre dich...