13: You are the song stuck in my head

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Candace:

Dolía. Dolía demasiado.

—Le pediré a Rox que sea mi esposa.

La frase se repetía en mi mente sin parar.

No supe de donde tomé el valor suficiente para decirle que estaba emocionada por su decisión, y menos para animarlo a seguir con el plan. Fui una hipócrita, pero no podía hacer algo más que apoyarlo.

En cuanto ellos se fueron, bebí de un trago el vino que se encontraba en mi copa. Luego, caminé a la cocina a llenarla y repetí el proceso mínimo dos veces más. Por alguna razón sentía la garganta bastante seca y era probable que me arrepintiera de mi decisión al día siguiente.

—Wow —dijo una voz—, eso sí es tener sed.

Giré sobre mis talones y noté que era Benjamín el que se encontraba mirándome impresionado.

—No empieces, por favor.

—Es que tú no tomas así el vino. Te conozco, ¿sucede algo?

Dejé la copa en la mesa y caminé hacia él para abrazarlo. No quería llorar, así que cerré mis ojos por unos segundos. Ben no hizo preguntas y me correspondió el abrazo.

—Arvel se va a casar —susurré—. Se va a casar con Rox.

—¿Estás segura?

Rompió el abrazo y me vio a los ojos.

—Por supuesto, él me lo acaba de decir.

—Lo siento, Candy.

Negué con la cabeza, como me sintiera yo en ese momento era lo de menos. Eso sí, necesitaba calmarme.

—Ahora regreso —dije, evitando verlo a los ojos—. Voy al tocador.

—De acuerdo, te esperare en el patio con Gee. Tenemos que hablar de esto.

—Claro. Solo no vayan a hacer una estupidez, por favor.

Subí las escaleras y fui al baño. Cerré la puerta, me acerqué al lavabo y quedé viendo el reflejo del espejo. ¿Por qué me sentía así? ¿Qué no se supone que ya lo estaba superando? El resto de la semana estuve platicando con Dave y olvidaba a Arvel por unos instantes. ¿Qué estaba pasando?

Abrí la llave y me eché agua en el rostro para ver si así lograba tranquilizarme, no quería ponerme a llorar como niña pequeña porque no le habían comprado lo que ella quería.

Pasaron un par de minutos y, aunque me costó bastante, logré tener esa valentía para fingir ser la Candace de siempre. Salí del baño y, cuando caminaba por el pasillo, escuché unos sollozos. Los seguí y con mucho miedo me asomé a la habitación. Pensé que era Rox llorando de la emoción por la propuesta de Arvel, pero no fue así. Era mi amigo el que se encontraba llorando. Me acerqué a él sin dudarlo, no entendía que pasaba, estaba muy preocupada.

—Arvel —me senté junto a él, quien levantó la mirada—, ¿qué pasó?

—Rox... —tomó aire—. Rox no se casará conmigo.

Me acerque a él para abrazarlo. Esto dolía más, mi corazón se rompía al escucharlo llorar, quería hacerlo sentir mejor, pero no sabía cómo.

Mi celular vibró, extrañada me separé para revisarlo. Era una llamada de Dave. ¿Por qué aparecía justo en ese momento?

—Contesta —susurró.

—No —dije y apagué el aparato—, él entenderá. Lo importante ahora es mi mejor amigo.

Siempre fuiste tú ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora