Arvel:
—Por favor, solo quiero que me ayuden con eso. Ah, y a no decirle la sorpresa a Candace.
—¿Con quienes crees que estás hablando? —preguntó Gee.
Lo miré fijamente, y él a mí. Parecía querer hacerse el inocente.
—¿Es en serio, Gerard? —le cuestionó Phoebe—. Tú no sabes guardar secretos.
—Por supuesto que sí —se cruzó de brazos—. ¿Se acuerdan de la vez que Rox regresó?
—Ya, un secreto de mil quinientos —exageró Bob. Todos reímos, menos Jones.
—Cómo sea —puso los ojos en blanco—, prometo no decirle nada a mi mejor amiga.
—Cuánto a que si le dice —retó Ben a Jacob.
—Oh no, más apuestas ya no. Apenas terminé de pagarle a Gee.
—Aguafiestas —bufó Fry—. ¿Rory?
—Cincuenta dólares.
—Uff, me gusta esa actitud —estrecharon sus manos—. Que sean cincuenta.
Siguieron hablando entre ellos sobre la ridícula apuesta y aproveché que Rory estaba concentrado platicando con Benjamín para contarles a los demás la otra parte de mi sorpresa. Phoebe no paró de decir que a Candace le fascinaría y que debía prepararse para escucharla hablar por horas.
Gerard quería lo mejor para su ex vecina, así que estuvo dándome un par de ideas más para que la noche fuera especial. Bob también ayudó un poco, y lo entendía, era el más emocionado de todos.
Al terminar nuestra pequeña reunión, le mandé mensaje a Candace para comenzar con el plan.
. . .
Candace:
Había pasado una larga noche sin poder dormir. Aproveché que mi roomie no se encontraba para tomar una pequeña siesta. Logré dormirme por un largo rato, hasta que me despertó el sonido de mi celular. Revisé la pantalla y miré que era una llamada de Arvel.
La verdad es que nunca dejaba de emocionarme cada vez que él me mandaba mensaje, llamaba o lo veía. Y ese día, a pesar de que me despertó de mi precioso sueño, fui feliz al leer su nombre.
—Hola, amor —dije.
¿Amor? Agh, apodo menos cursi pude encontrar.
—Hola, novia mía. ¿Qué haces?
—Acabo de despertarme, ¿y tú qué haces?
—Extrañándote.
Me sonroje, podía escucharlo toda mi vida y nunca me cansaría.
—Y —continuó—, quería saber... ¿no tienes planes esta noche?
—No, ¿por qué?
—Excelente. Pasare por ti a las ocho.
—¿A dónde iremos?
—Es una sorpresa.
—De acuerdo —sonreí—. Hasta entonces.
—Nos vemos.
*
En ese momento entendí la frustración de no saber a dónde iríamos en una cita o salida. No ayudaba a decidirme qué debía vestir. Al final elegí por algo con lo que me sentiría cómoda a lo largo de la noche, solo esperaba haber hecho una buena elección.
Arvel llegó a la hora acordada, me despedí de Marshall prometiendo que no llegaría tan tarde, pero él no me creyó.
Caminamos por varios minutos y nos detuvimos en una heladería, donde por fin me pidió una cita. Sin embargo, el lugar estaba a punto de cerrar.
—¿Aquí es? —pregunté.
—No, iremos a cenar. Pero —comenzó a ponerse nervioso—, quería hacerte una pregunta en el lugar donde todo comenzó.
—Dime.
¿Será lo que creo que será? Pensé aterrada y, al mismo tiempo, emocionada.
—¿Quieres ir conmigo al festival de música, al que fuimos el año pasado?
—¿Solo nosotros dos?
—Sí —él tomó mi mano—. Quiero estar a solas contigo, disfrutando de nuestros grupos favoritos. ¿Qué dices?
Le di un pequeño beso en los labios. Era un tierno y eso solo hacía que me enamorara más y más de él, por increíble que sonara.
—Por supuesto que quiero ir contigo.
—Perfecto, porque ya había comprado los boletos.
Negué con una enorme sonrisa, después, seguimos nuestro camino hacia una maravillosa cena con el amor de mi vida a mi lado. Aunque, presentía que el concierto no sería la única sorpresa de la siguiente semana.
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Siempre fuiste tú ✔
Novela JuvenilCandace Delaney y Arvel Winslow han sido amigos casi toda su vida, ambos pueden deletrear sus aventuras o callar cuando se trate de sus travesuras. Candace está enamorada de Arvel, y Arvel está enamorado de Candace. Solo que ninguno sabe sobre dich...