01: I'm not the same kid from your memory

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Años después:

Me quedé mirando hacia la ventana unos minutos más. La música sonaba desde la computadora y yo solo imaginaba como sería mi vida si viviera en otra parte del mundo, pero eso no pasaría porque apenas me alcanzaba para pagar la renta del departamento.

Tocaron la puerta de mi habitación, haciendo que dejara de pensar en mis planes para el futuro.

—Adelante.

Marshall Eaton era mi único amigo desde que llegué a la ciudad y terminó por ganarse mi cariño y confianza en el último año antes de proponerme vivir juntos, acepté con la única condición de que ambos pagáramos la renta.

—¿Qué pasa, Marshall?

—Venía a preguntarte si querías acompañarme a ver una película.

—Claro, ¿otra vez no puedes dormir?

—No. Y veo que tú tampoco.

Era medianoche, algo temprano para que Marshall apenas pidiera compañía para ver alguna película o videos.

—Así es —me quité de la ventana y tomé mi computadora—. Ven, ayúdame a elegir una película.

*

No me desperté por la luz cegándome, ni por la alarma de mi celular... Fue por dos cosas; la incómoda posición en que me quedé dormida y por la canción de Nirvana, que me avisaba la llamada de Rory.

Sí, ni lejos me dejaba en paz.

Al abrir los ojos caí en cuenta de que me había quedado dormida en el hombro de Marshall, por suerte él tenía el sueño algo pesado. Agarré mi celular y deslicé mi dedo para responder.

—¿Qué quieres, Rory? —dije con voz adormilada.

—No me sorprende saber que apenas te vas despertando —Podía apostar que sonreía—. Te llamaba para preguntarte si vendrás al cumpleaños de Gerard, Bob y Ben.

Restregué mis parpados con mis puños, ¿de qué hablaba este?

—Falta mucho.

—Candace, mañana es tres de abril.

J-O-D-E-R.

—Pero, tendré que quedarme todo el mes.

—Sabes que no es así.

—Mira, Rory, te marco más tarde y te doy mi respuesta —él suspiro.

—Bien, pero no tan tarde.

—Sí, papá.

Colgué. Traté de manera torpe arreglarme el cabello y quitarme las lagañas y rastro de baba. Voltee a ver a Marshall, quien terminaba de abrir los ojos.

No quería abandonar mi trabajo en ese mes, tampoco tomar un avión cada que fuera el cumpleaños de mis amigos —porque no tenía el dinero suficiente— y mucho menos dejar solo a Marshall... En especial porque su cumpleaños estaba cerca también. ¡Dios! ¿Por qué los cuatro nacieron el mismo mes?

—¿Pasa algo, Candy?

Ay, ¿cómo se lo digo sin verme mala o romperle su corazón?

—Era mi hermano y...

Entonces se me ocurrió algo.

—Oye Marshall, ¿qué opinas si nos vamos un mes a mi ciudad de origen?

—¿Y nuestro trabajo? ¿Y el departamento?

—Ya pagamos el mes, no pasaría nada. En una de esas hasta te gusta y nos quedamos ahí.

—Perderíamos dinero —hice una mueca.

—Tienes razón.

Parecía una locura y que no pensaba con claridad los problemas en los que nos meteríamos, eso me pasaba por querer complacer a todos los que quería.

—O —habló pensativo—, podemos ver si la dueña nos ayuda a conseguir otro departamento allá.

—¡Claro! —dije emocionada—. Ella también tiene propiedades en mi amada ciudad.

Chocamos los cinco.

—Entonces, ¿eso es un sí?

—Por supuesto. Estoy cansado de la misma rutina.

Comencé a gritar como loca y me abalancé a abrazarlo.

*

Mi hermano y mis padres se emocionaron al saber que iría, después de mucho tiempo, a la ciudad. Mis padres querían que me quedara con ellos, pero mi respuesta fue rápida y negativa, desde luego tuve que escuchar sus reclamos y persuasiones. Aun así, no lograron hacerme cambiar de opinión.

Marshall y yo llegamos dos días después de la llamada de Rory, por suerte logramos hacer un trato con la señora del departamento y nos consiguió otro en poco tiempo, lo mejor era que quedaba cerca de la casa de mis padres. Pensé en que mi madre no se preocuparía tanto y ya no iba a insistir tanto para que me fuera con ellos.

En cuanto nos bajamos del avión y miré a mi familia esperándonos, supe que había sido una mala idea regresar.

¿Por qué no me quedé allá y les mandé a mis amigos un regalo como de costumbre?

Siempre fuiste tú ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora