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Cuando el azabache despertó, lo primero que su vista pudo enfocar fue la presencia de Jeon Jungkook teniendo en brazos a uno de sus hijos mientras caminaba por toda la habitación.

¿Qué haces aquí? - pregunto con voz ronca, debido a que hace menos de unos minutos estaba durmiendo - Más bien, ¿Cuando llegaste?

El castaño paro en su presencia y le sonrió - Jiminnie me ha traído, no podía perderme el nacimiento de mis hijastros ¿O sí? - respondió tranquilo arrullando al bebé entre sus brazos.

YoonGi negó y suspiro, era claro que a pesar de la distancia el pensamiento de él no había cambiado - Para que fueran tus hijos, tendrías que tener alguna relación con Minnie y está claro que tú jamás serás más que su amigo - respondió simple y sonrió - La verdad es que no tengo ánimos para discutir contigo y tú poco cerebro, agradezco tu visita pero, si sigues con esas ideas, será mejor que te retires - pidió.

Jungkook negó - Lamento no poder complacerte pero, Jiminie me ha pedido cuidarte a tí y a ellos - dijo señalando a los bebés - En cuanto el llegué, le pediré que me acompañe a cenar para que puedas estar solo como quieres - le respondió con suficiencia.

Minnie no se irá contigo, no cuando sus bebés acaban de nacer y yo sigo hospitalizado - le aseguró.

Nuevamente obtuvo una negativa - Te apuesto lo que quieras que va ir conmigo, me lo debe, él me trajo y debe atenderme - respondió.

Esa es la diferencia entre tú y yo - comento pensando en las palabras que había soltado el castaño - Tú piensas que Jimin debe servirte y atenderte, cariño él no es tu propiedad menos tu sirviente - explicó y negó - Yo lo amo como mi igual, no quiero que sea mi sirviente, mucho menos me debe, yo lo quiero como mi pareja, no como un trofeo - dijo seguro de su palabras.

El castaño coloco al bebé en el cunero y camino seguro de sí mismo, YoonGi no pudo evitar compararse pues, Jungkook vestía un traje azul marino, con una camisa blanca y corbata dorada, su cabello estaba peinado hacía un lado y él simplemente vestía la bata del hospital, seguramente su cabello estaba hecho un desastre.

Jiminie siempre ha sido un trofeo, querido - le aseguró - Uno que medio tienes tú pero, que yo quiero y hay más que también pelearian por él - le informo - Voy a ser honesto, será mi regalo por tu nueva paternidad - le dijo y una sonrisa se hizo presente - No te odio, es más ni siquiera me importas pero, tienes algo que me pertenece, algo que yo me he ganado al perder tiempo, al darle mi compañía y mi cariño, sigo sin entender porque Jiminie está contigo, cuando no eres más que un mantenido, un chico con complejo de infante, no dudaría que esos niños más tarde se avergüencen de tí - dijo y sonrió antes de continuar - ¿Sabes? Recuerdo que Jiminie, tu Minnie, llegó a casa, corriendo a mis brazos para decirme que se estaba cansando de tí.

¡Largo! - grito el azabache con lágrimas en sus ojos - ¡Vete! ¡Mentiroso! ¡Vete!

¡Oh, no querido! - tomo la mano de YoonGi - No llores, así te ves horrible.

¡Vete! ¡Vete! ¡Vete! - grito nuevamente el azabache.

La puerta de la habitación fue abierta en cuanto el grito del azabache abandono sus labios, Park Jimin ingresó con un semblante serio, miró a ambos antes de hablar.

¿Podrías dejarnos a solas? - pidió a Jungkook.

El castaño se sorprendió pero, negó inmediatamente - Mejor acompáñame a comer algo, ¿Sí Jiminie? - le dijo.

Jimin sacó su tarjeta de crédito y se la extendió - Ve a comer, quiero hablar con Yoonie - le pidió.

El castaño no muy convencido acepto la tarjeta y salió dejando a la joven pareja a solas, el ambiente estaba tenso y ninguno sabía exactamente por qué pero, tenían motivos distintos para hablar.

¿Qué hace él aquí? - pregunto el azabache en cuanto su novio se sentó a su lado.

Jimin suspiro y beso la mejilla de su novio - Mis padres lo han mandado a traer para que se encargue de los asuntos de la firma que tienen en Busan - explicó y sonrió - Tengo que hacer todo porqué siga en la firma, papá no me perdonaría si por mi culpa pierde un trabajador como él - le dijo - Ahora dime ¿Porque discutían a gritos? - pregunto.

El azabache soltó sus lágrimas, no podía con el dolor que sentía por las palabras de Jungkook - Él no es bueno, Minnie - le dijo y sorbio su naricita - Se que es tu amigo pero, me dijo cosas muy feas mientras tú no estabas - le comento recordando cada palabra - ¿Porque lo dejaste conmigo?

El rubio acarició la mejilla de su novio - ¡Dios! Debí saber que no podía confiar plenamente en él - se culpo - Pero, mis padres y los demás se han ido a descansar, él era el único que se había quedado y no quería dejarte a solas amor - le dijo y sonrió - ¿Que te hizo cariño?

Nuevamente lágrimas resbalaron por las pálidas mejillas de su novio, su nariz se encontraba roja por el llanto y pequeños hipidos salían de sus labios - Dijo... Él dijo que nuestros bebés, van a ser suyos - y no pudo contener el sentimiento - Tam.. también me dijo que soy infantil y que se van a avergonzar de mi - le dijo y tomo la mano contraria - él dijo que tú te estás cansando de mí.

El rubio se maldijo mentalmente por haber confiado en Jungkook, sabía que no podía y no debía, afianzó el agarre en el contrario y sonrió - Tú eres perfecto, con tus celos, con tu lado tierno e infantil, cuando eres maduro y Tomás tus propias decisiones, con tus virtudes y también con tus errores, todo para mí es perfecto y no quiero que un loco como lo es él, te haga creer lo contrario - le dijo y beso cortamente sus labios - Esto es algo que planeaba hacer en otro momento pero, que lo he pensado desde hace tiempo - le dijo y de la bolsa interna de su saco, le tendió una cajita color azul marino con detalles en plata.

El pálido tomo la cajita, con sus manitas temblorosas la abrió mantenido la mirada de su novio puesta en él, un pequeño y delgado anillo de oro con una pequeña estrella encerrada en un círculo de diamantes pequeños en el centro.

La mano del rubio tomo la contraria, haciendo a sus miradas encontrarse - Te lo pedí hace tiempo y aún que ahora no hay cena ni velas románticas, sigo seguro de que eres tú la persona correcta, la persona con la que quiero compartir mi vida porque te amo, por qué sin tí no hay sentido, así que Min Yoon Gi, tú aceptarías a este tonto como tu futuro esposo, ¿Quieres casarte conmigo? - le dijo.

El pálido suspiro y nuevamente las lágrimas descendían por sus mejillas, asintió desesperado para después unir sus labios con los contrarios, aceptando completamente seguro que Jimin, ese rubio que besaba era el correcto, porque era perfectamente imperfecto como él.

¡Nueva actualización!

¿Que tal les pareció el capítulo?

¿Ya fueron a ver la presentación de la próxima historia? ¿Les gustó? Recuerden que mañana da inicio.

Los amo. 💜

¡Deja de ser un bebé! (Jimsu) [WATTYS 2019]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora