¡Deja de ser un bebé! (Jimsu) [WATTYS 2019]

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(Pov. YoonGi)

¡Dios Yoon! Te ves precioso — el grito agudo de emoción de Jinnie me hizo reír, sentí sus brazos envolverse a mi alrededor — Tenía tiempo que quería verte pero, el despacho ha estado para reventar de trabajo — me dijo y sonrió — Tú Babyshower fue la excusa perfecta para que Jimin nos diera el día.

No pude evitar reír — Minnie ya me había contado que están vueltos locos de trabajo — le comenté — Más con la renuncia de Jungkook de la firma — recordé y suspiré — ¿Han sabido algo sobre él? — le pregunté.

Lo ví negar y una leve mueca se formó en su rostro — Lo último que todos supimos fue que había regresado a Busan, con la única persona que mantiene contacto es con Taehyung — me dijo y negó para formar una sonrisa — Pero, no estamos aquí para hablar de cosas tristes, es tu día, su día Yoon — me recordó.

Y es que era verdad, por fin hoy era la celebración del Babyshower y tanto la familia de Minnie como nuestros amigos y compañeros del trabajo estaban aquí, para celebrar con nosotros la pronta llegada del primer bebé de la Familia Park/Min.

Aún que estaba feliz, no podía dejar de pensar en que Jungkook podría llegar y unirse a la celebración, sí algo había aprendido con la terapia era a no guardar rencor y perdonar, sobretodo a las personas que alguna vez fueron importantes en mi vida.

También anhelaba la presencia de mis padres, al menos ahora que estaba pronta la llegada de mi bebé, de su primer nieto y aunque en el pasado me habían lastimado, ya había trabajado en el perdón.

Los brazos de Minnie me envolvieron, dejando descansar su mentón en mi hombro, dejando leves caricias sobre mi ya muy abultado vientre — ¿Todo bien, amor? — preguntó suavemente y asentí — ¿Seguro? — insistió.

Volví a asentir y sonreí — Gracias — le dije y no pude evitar sentir las lágrimas acumularse.

Sentí sus labios en mi sien — No tienes nada que agradecer, Yoonie — me dijo en un susurro.

Negué — Tengo todo que agradecerte Minnie — le dije y suspiré, sentí su mano limpiar mis lágrimas de mis mejillas — Gracias por apoyarme, por ayudarme a sobresalir de todo lo que me afectaba, por estar aquí conmigo después de que quizás te dañaba — le dije entre hipadas — pero, sobretodo por darme una familia, amor y mucha felicidad.

Sentí como su abrazo se intensificó y un ligero suspiro salió de sus labios — Te amo, Yoon — susurro y lo escuché sorber su nariz — Sin tí, estaría perdido, todo lo que tú me agradeces, yo también te lo agradezco — me dijo y escondió su rostro en mi cuello — Tú eres mi familia, mi hogar.

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Yoon, cariño — la voz de Minnie me llamo y lo ví, de pie en la puerta que daba al patio trasero de nuestra casa, me acerque a él — Hay alguien que ha venido a verte.

Sentí mi cuerpo no responder, la verdad es que esa simple oración trajo a mi mente a muchas personas, a las cuales me encantaría ver y poder incluir en mi vida pero, sin embargo no podía responder.

Una leve mueca de preocupación se instalo en la cara de Minnie y pasó su mano por la parte trasera de su cuello — Verás, prefirió quedarse en la sala para no incomodar a los invitados — me explico y asentí — Si no quieres, puedo ir y decirle que quizás en otro momento.

Negué y entrelace nuestras manos, sentí mi pulso acelerarse y entonces me sonrió, intentando darme valor y ánimo para afrontar a lo que fuese que estuviera ahí esperando a verme en la sala.

Sentí su mano apretar la mía — Aquí estoy, contigo siempre — me susurro y asentí.

Lo ví regresar su vista a los invitados del Babyshower y sonreírles, para con un gentil gesto hablarle a Jin Hyung.

Jinnie rápidamente se acercó a nosotros, con una sonrisa en su rostro y claramente con alegría — ¿Que ha pasado chicos? — pregunto en cuanto estuvo a nuestro lado.

Necesito que te encargues de la fiesta por un momento — pidió Minnie y vi la confusión en el rostro de Jinnie — Yoonie y yo, debemos ir adentro a atender a alguien, no tardamos.

Ví a Jinnie asentir — Yo me encargo, andén y no dejen esperando a su visita misteriosa — dijo para irse nuevamente al jardín.

Con nuestras manos tomadas, caminamos lentamente por el pasillo hasta llegar a la sala, aquella dónde tenía momentos preciosos para atesorar.

Cuando llegamos, lo primero que note fue la presencia de alguien en el sofá, de espalda a nosotros y no pude evitar sentir que el aire se me iba del cuerpo, sentí tensarme y aún qué la persona ahí, ya había logrado perdonarle, aún así me traía recuerdos.

Con pasos leves y lentos llegamos hasta quedar frente a frente, ví como en cuanto mi presencia apareció se levantó inmediatamente para saludar.

Una tenue sonrisa apareció en sus labios, una sonrisa cansada, quizás rota y melancólica, su vestuario no se comparaba a como vestía antes, quizás los años ya habían dejado marca o todo el daño estaba cobrándole factura pero, ahí estaba, frente a mí.

¿Que... Es decir... — intenté hablar pero, simplemente las palabras no salían.

La ví negar y sus ojos se cristalizaron — Quería verte... — me dijo y sentí que mi corazón se detenía — hijo.

¡Nuevo capítulo!
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