¡Deja de ser un bebé! (Jimsu) [WATTYS 2019]

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1 Mes Antes de la Boda.

Cuando YoonGi deseaba algo, lo obtenía y aquel par de sortijas no iba a ser la excepción. Todos los preparativos estaban listos pero, a Jin y los novios se les olvidó por completo la selección de anillos.

¡Grave error! Que Jin dejara a elección de los novios las sortijas. Jimin por su parte compraría cualquier par que a su querido Yoonie le agradará pero, para YoonGi no era así.

Él desde que había entrado a aquella joyería, había visto el par de argollas de oro rosa, ambos con un diamante al centro pero, uno más grande que el otro. A YoonGi no le importaba sí su anillo lucía muy femenino, a él le gustaba y Jimin estaba más que feliz de complacerlo.

¡Esos! ¡Esos son los que quiero! - hablo el azabache con emoción latente en su voz.

Jimin sonrió en cuanto miró la carita feliz e iluminada de YoonGi, asintió y miró al joven dependiente que les había atendido en cuanto les vio entrar.

Queremos ese modelo, por favor - pidió amable y tomo la mano de su pareja.

El joven miró el par de argollas y luego a la pareja para sonreír apenado - Lo lamento pero, el pedido salió hace unas horas para ese modelo, si gustan pueden escoger algún otro modelo - respondió.

¡Yo quiero esos! - pidió nuevamente YoonGi y miró a Jimin suplicante - ¡Esos son los que yo quiero, Minnie! ¡Yo los quiero!

El rubio sonrió ante lo infantil que se miraba su pareja y acarició su mejilla antes de depositar un beso en su frente - Veré qué puedo hace, ¿Sí? - le dijo y esté asintió - Ahora, porque no vas a recorrer las demás vitrinas, seguro encuentras algo bonito para tí - sugirió.

YoonGi pareció meditar las palabras dichas por Jimin pero, asintió con una sonrisa en su rostro, miró al joven dependiente quien les miraba atento y se limitó a besar la mejilla de su pareja antes de salir corriendo a recorrer el lugar.

El rubio miró a su pareja y sonrió en cuanto lo vio parar frente a la vitrina de pulceras, sabía que su chico tenía una cierta afición por las cosas tan delicadas y un tanto femeninas, pues siempre decía que se le veían mejor. Su vista regreso al joven que les atendía y sonrió.

¿Hay algo que se pueda hacer? - pregunto y sonrió - Lo que sucede es que necesito ese par de argollas, como ha visto son las que él a elegido.

El joven asintió - Lo comprendo perfectamente pero, también usted podría explicarle a su hermano que puede elegir otro modelo - respondió.

Sí he venido aquí, fue por recomendación de un amigo pero, usted está siendo tan ineficiente - comento el rubio molesto por el comentario del vendedor- Ahora, no tendría porqué pero, le aclaro que él, es mi pareja y sí él me dice que quiere ese par de argollas, lo tendrá, ¿Me ha entendido? - El joven dependiente asintió - Bien, ¿Usted me hará el pedido o debo ir a hablar con su jefe?

Yo puedo levantar su pedido - aseguro tan nervioso, tomo el par de argollas y un par de notas - ¿Para cuándo las necesita?

En un mes es la ceremonia, así que me gustaría que pudiera estar para una semana antes - explicó.

El joven asintio y anoto tanto el modelo como la fecha de entrega - ¿A nombre de quien es la compra?

El rubio sacó su billetera y de ahí su tarjeta de crédito para dársela al vendedor - A nombre de Park Ji Min - le dijo.

El joven se apenó ante su error pero, intento sonreír - Necesito que se prueben las siguientes medidas y me diga cuáles serán las que necesita - pidió y le entrego un muestrario de medidas.

El rubio asintió, se probó algunos cuantos hasta que dió con su medida, le dijo al joven quien terminó por realizar el pedido, indicando que en dos semanas su pedido estaría listo para recogerlo.

Cuando Jimin termino el trámite, camino hasta donde se encontraba su pareja observando algunas cadenas y dijes. También alguno que otro arete.

¿Hay algo que te guste, cariño? — pregunto.

YoonGi asintió y sonrió — Ví un par de esclavas, son perfectas para nuestros bebés — respondió con un brillo en sus ojos — ¿Deberíamos comprarlas?

Jimin sonrió y tomo la mano de YoonGi — Vamos a verlas — respondió.

La joven que se había encargado de atender a YoonGi, les mostró a ambos un par de esclavas, ambos con un dije en forma de corona y una pequeña plaquita en la cual podía ser grabado el nombre.

Ambas esclavas eran de oro puro, con detalles en relieve y aunque eran pequeñas, eran muy hermosas, perfectas para sus hijos.

¿Se llevará algo de todo lo que le he mostrado? — pregunto la joven al pequeño azabache — No puedo tener tanto afuera del exhibidor, mucho menos si no será comprado — explicó.

Las mejillas de YoonGi se tiñeron de un carmesí, fue tanto su emoción por ver un montón de accesorios que no midió cada que se probaba uno tras otro.

Por supuesto que se le comprará — hablo el rubio mientras miraba a la joven — Por favor cargue todo a la cuenta — pidió y le extendió su tarjeta.

Lo siento mucho, joven Park — le dijo la joven y sonrió en disculpa — ¿Se llevará todo?

Todo, incluído las esclavas — respondió y miró a YoonGi que le sonreía tímido — Encárgate de los grabados, cariño — le pidió y beso su mano antes de salir del local.

La joven marco cada uno de los accesorios, así como de los grabados correspondientes para las esclavas, cuando terminó de cobrar y empacar todo se lo tendió al azabache.

¡Muchas gracias por su compra! — dijo la joven dandole cada bolsa — Esperamos que vuelva pronto.

¡Capitulo nuevo!

Buenas noches, me disculpó por mi ausencia pero, lamentablemente tuve un inconveniente familiar de fuerza mayor que me impidió seguir con la historia.

Ahora, se que no es un buen capítulo pero, tampoco es de relleno. Ya estamos en la recta final de la historia tal como lo mencioné en el capítulo anterior.

Sin más, gracias a los que siguen aquí.

Los amo. 💜