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(Pov. YoonGi)

El reloj en la mesita marcaba las 5:30 a.m y suspiré pesadamente, eso de madrugar no era lo mío pero, el esfuerzo valía la pena, pues vería por fin a Minnie.

Con extrema pereza, me levanté y camine al baño, necesitaba una ducha para despejar el sueño de mí, cuando termine me vestí lo más cómodo posible pues, viajar y en mi estado era algo incómodo pero, trataba de hacerlo liviano al vestir cómodamente.

Me peine como de costumbre y cogí mi pequeña mochila, guarde en ella dinero y mi celular, sí no me equivocaba y mi mente me traicionaba, ya estaba listo, solo a la espera de JiJi.

No tarde ni dos minutos sentado en la cama, cuando dos ligeros golpes sonaron en la puerta y un "Ahora" salió de los labios de JiJi dándome la señal de que por fin había llegado la hora de afrontar aquello.

Salí de la habitación sin causar tanto ruido, JiJi me esperaba afuera vestido informalmente y debía admitir que era una copia casi exacta de Minnie pero, definitivamente su carácter era muy distinto. Ambos bajamos intentando ser cuidadosos y discretos, cuando por fin estuvimos afuera, un suspiro pesado salio de sus labios y se adentro en el auto, indicándome que hiciera lo mismo en el asiento del copiloto.

Dejé mi mochila en los asientos traseros y abroche el cinturón — ¿Estás listo? — preguntó queriendo afirmar si era lo que realmente quería.

Asentí varias veces — Más que listo — le asegure y no mentía, estaba listo para lo que fuese que me esperara en Seúl, confiaba en Minnie ciegamente y sabía que así pudiera haber mil a su alrededor, jamás traicionaría mi confianza.

El sonido del auto siendo arrancado se escuchó y sin esperar nada más, lo puso en marcha por sobre el asfalto, sería un viaje de un par de horas pero, salíamos de madrugada para que mis suegros no impidieran que me fuera y llegar temprano con Minnie, tal vez sería un día largo y para ello necesitaba la mayor cantidad de horas posibles.

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Llevábamos como una hora de camino y definitivamente los planes no estaban resultando como JiJi esperaba.

Pues después de haber salido de la casa, todo iba bien, con música para poder mantenerse despierto, un ambiente cómodo y yo intentaba dormir al menos la duración del viaje pero, no pude por culpa de una paloma que se atravesó espantando a JiJi quien afortunadamente supo manejar la situación.

Y ahora era algo muchísimo más grande, nuestra suerte definitivamente no estaba de nuestro lado pues, el neumático se había ponchado y por desgracia JiJi ya había recorrido algunos lugares en busca de ayuda sin tener éxito.

Y para terminar de mejor la situación, mi bebé creo había despertado pues no dejaba de patear, aún si le hablaba parecía no querer entender y me suponía que se debía al hambre que tenía, pues llevaba horas sin introducir un bocado de comida a mi estómago.

Me bajé con sumo cuidado del auto — Jihyun — le llamé e inconscientemente realice un puchero, este en cuanto me escuchó hablar volteo a verme atento — Tu sobrino tiene hambre — me quejé.

Ví la sonrisa de JiJi y volteo a ambos lados — A una cuadra de acá hay una tienda, voy a comprarte algo — me avisó señalando a su derecha — Quédate aquí, por si llega a venir el servicio mecánico — me pidió y asentí — Por favor, espera dentro del auto y coloca los seguros, no tardaré — me advirtió.

¡Deja de ser un bebé! (Jimsu) [WATTYS 2019]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora