¿A dónde vamos? — pregunto por quinta vez el pequeño azabache, quien iba sentado en la parte trasera del auto con ambos bebés en sus sillitas especiales.
El rubio suspiro y le miró por el retrovisor, más no le respondió, así que solo se limitó a seguir conduciendo. Se había tomado el día pues, le había pedido a sus padres que se quedarán al cuidado de la casa mientras Chanyeol y Jihyun se encargaban del despacho incluído Jungkook.
El pequeño azabache, simplemente le saco la lengua en seña infantil y se limitó a observar a su alrededor y a cuidar de sus bebés, quienes dormían plácidamente.
Después de veinte minutos más al volante, el rubio aparcó frente a la clínica donde semanas atrás su pareja se había aliviado. Se dispuso a ayudarle a bajar del auto pero, fue ignorado así, que se encargó de colocar a los bebés en sus respectivas carreolas, para así ingresar ambos a la clínica.
El azabache tenía curiosidad de saber que hacían ahí pero, era más su orgullo, así que no preguntaría y se esperaría a que el rubio le dijera, caminaron ambos hasta el consultorio del doctor Lee. Esperaron al menos cinco minutos en silencio antes de ser llamados por el doctor para que ingresaran a consulta.
Buenos días, ¿En qué puedo ayudarles? — hablo tranquilamente el doctor frente a ellos.
YoonGi miró expectante a su pareja, pues él no sabía absolutamente el motivo por el cual estaban ahí.
Hemos venido al control de los bebés pero, también quería saber sobre los cuidados e incapacidad de YoonGi — hablo totalmente tranquilo.
El azabache suspiro y miró al médico — Ya he dicho que estoy bien y no necesito más cuidados — reprochó con molestia.
Lee simplemente rió al ver a la joven pareja pero, toda diversión se acabó en cuanto proceso las palabras dichas por el azabache — Joven Min, cuando se le dió el alta se le dió una lista de cuidados, en dónde también se específico que hasta no pasados los cuarenta días usted no puede realizar trabajos forzosos — hablo poniendo toda su atención en él — Así como seguir una dieta, al menos por los cuarenta días.
Sí pero, tampoco es que este discapacitado — reprochó nuevamente mirando al rubio — No me dejas hacer absolutamente nada, estoy cansado de estar todos los días en casa, cuando no estoy acostado, estoy sentado o comiendo, solo me hago cargo de mis hijos en el día — le dijo al borde del llanto — M-me si-siento inútil, Minnie — Y las primeras lágrimas resbalaron por sus mejillas.
El rubio miró a su pareja asombrado, le rodeo con sus brazos para acercarlo a él, miró al doctor quien le indico que les dejaría un momento a solas, pues era obvio que la pareja necesitaba arreglar sus problemas.
Yo, lo siento Yoonie — susurro lentamente y acarició su cabello — No sabía que te sentías así, yo solo quiero cuidarte — le dijo y beso su frente para, posteriormente mirarlo directamente — No eres inútil, solo quiero seguir las indicaciones del doctor, te prometí que cuidaría de tí y eso incluye velar por tu salud, amor.
P-perdón Minnie — susurro el azabache y sorbio su naricita — Es q-que no quiero s-ser inútil porque, e-eso hará q-que te vayas c-con Jungkook — confesó entre lágrimas su mayor temor.
El rubio negó frenéticamente — Jamás, eso jamás Yoonie — le aseguro y beso sus labios — Tenemos dos hermosos bebés, somos una familia y estamos a seis meses de unirnos en legítimo matrimonio, estoy más que seguro de querer compartir contigo el resto de mi vida — le dijo con una sonrisa en su rostro.
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.La cafetería era acogedora, con una vista al parque que tantas veces visitaron, mismo parque donde su historia de amor comenzó. El pequeño muffin de chocolate reposaba sobre el plato y un té verde permanecía en la tacita.
¿Creés que Jin hyung quiera ser nuestro padrino? — pregunto el azabache antes de llevarse un pequeño pedazo de muffin.
El rubio asintió y con una servilleta limpió la boca de su pareja de las sobras de pan — Jin, estará encantado de hacerlo — le aseguro.
¡Estoy tan emocionado! — confesó y se sonrojo ante la mirada de su pareja — Es qué, ¡Seremos tú y yo, con los bebés para toda la vida! — le dijo y sonrió genuinamente.
Jimin sonrió ante la idea — Lo sé, esta vez no será nada ostentoso, solo los más allegados a nosotros Yoonie — le dijo antes de beber de su capuchino.
¡Cierto! — acordó pero, pronto negó — No quiero que invitemos a Jungkook, por favor Minnie — pidió.
No lo invitaremos — le aseguro, a lo que él azabache sonrió — Pero, debes estar consiente que si mis padres lo invitan por más que desee no podré impedirlo — le recordó.
Bien — se limitó a responder — Aún que, yo podría hablar con mis suegros y tal vez así no sea necesaria la presencia de Jungkook.
Tal vez, igual Jin vendrá a casa para final de mes y podrás arreglar con él los detalles — le informo — Por cierto, está es tuya, para todo lo que necesites para la boda, tienes crédito libre Yoonie — le dijo y le dió una tarjeta black.
¿Y sí, quiero algo de muchísimo valor y no para la boda? — pregunto y rió.
Es tuya, tú sabes en qué la ocupas — le dijo y sonrió — Por lo demás, no te preocupes que todo corre a mi cuenta.
¡Gracias Minnie! — le dijo y tomo su mano.
¡Nueva actualización!
Con amor, su escritora. 💜
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¡Deja de ser un bebé! (Jimsu) [WATTYS 2019]
FanficMin YoonGi, un chico de piel pálida y tan delicada como la porcelana, con ojitos felinos, labios delgados con un rosado tenue y con su característico cabello azabache, tan lindo, tan perfecto para ser verdad, sin embargo tiene un defecto, a pesar de...