Último Trapecio En El Fin Del Mundo|| Daryl Dixon [EN EDICIÓN]

Capítulo 20

Capítulo XX:
Una Mujer

—¿En serio dormiste ahí?— Preguntó Neferet, poniendo sus brazos en jarra, mientras la morena salía por la puerta trasera del autobús volcado en el patio de la prisión.

—¿En la suite?— Bromeó. —Es más cómodo aquí...— Neferet la miró con sospecha.— Bien, no es así. Pero no tengo la mirada de todos encima como si fuera lo peor que les pudo pasar.

—En realidad, es todo lo contrario. Si no fuera por ti, ni Glenn ni Maggie estarían aquí.—Afirmó presuntuosa, cruzándose de brazos. —Y no vuelvas a dormir aquí.—La regañó.— Ven a mi celda en todo caso, después de todo, ambas somos las nuevas. Podriamos armar un complot y quedarnos con la prisión.— Bromeó, subiendo y bajando sus cejas con picardía.

La afroamericana la miró con sospecha.

—Eres linda conmigo, ¿Por qué?

—Solo trato de sacarte información.— Confesó descarada. La morena alzó ambas cejas. —Es broma, no tengo una razón en especial, solo lo hago.

La contraria respiró profundo.

—Soy Michonne.

Y la circense suspiró con alivio.

—Uy, al fin. La escritora estaba harta de referirse a ti como "la morena"... Yo soy Neferet.

—No te ofendas, pero estás un poco chiflada. Y... ya sabía tu nombre.

—Ah sí, cierto. — Ambas soltaron una carcajada.

Mientras tanto, Rick comenzó su mañana yendo hacia la pasarela que unía los bloques C y D de la prisión. Su idea fue cubrir el alambrado que lo rodeaba con algunos tablones de madera, pero no llegó a concretar aquel plan, pues algo llamó su atención cerca de la tumba de sus amigos.

Con prisa tomó sus binoculares y comenzó a revisar. Al principio, se encontró con la morena y Neferet conversando, y tras explorar algunos metros hacía el oeste, se encontró nuevamente con aquella dama de vestido blanco y cabello castaño.

Lori, pensó al instante.

Y no dudó en emprender la marcha hacia ella. Bajando hasta la primer planta, cruzando el patio en grandes zancadas, pasando junto a Michonne y Neferet quienes lo vieron extrañadas.

Se abrió camino por el campo y cuando pareció que estuvo a punto de alcanzar, su imagen desapareció y solo pudo ver las tres tumbas que habían allí.