Capítulo 73

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Capítulo LXXIII:

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Capítulo LXXIII:

El Rey Ezekiel

Se había dado un golpe tan fuerte que de su nariz escapaba algunas gotas gruesas de sangre. Intentó incorporarse, tosiendo el humo que repentinamente había entrado a sus pulmones.

Un caminante había quedado bajo la moto, la cual había explotado hace unos minutos atrás. Había fuego y varios muertos acercándose.

Era peligroso y estúpido, y definitivamente no iba a acabar así.

Se apoyó sobre sus palmas y se impulsó con sus pies. No sabía dónde estaba y todavía estaba demasiado aturdida. Divisó lo más rápido que pudo un hueco y cojeando hizo el intento de correr para abrirse paso entre los caminantes.

Oía gruñidos por todas partes, el fuego se apagó poco a poco y el humo cubrió toda la zona.

Varios de sus sentidos estaban jodidos, incluso su vista estaba cubierta por un poco de polvo y sangre proveniente de un corte de su frente.

Un caminante se le abalanzó y ella trató de esquivarlo, pero otro jaló de su cabello y la hizo caer. Forcejeó con uno e intentó alejarlalejar con sus pies al otro. El aumento de gruñidos y quejidos alertó a los demás.

Varios muertos se encaminaron hacia ella.

Y Neferet solo podía sentir su pérdida de conciencia avecinándose.

Quizás esta vez sí era su fin. Quizás había fracasado . Quizá no volvería a ver a Daryl y mucho menos a su hijo.

Quizá...

—¡No! —exclamó enojada, pateando con fuerza al caminante y encestando perfectamente su cuchillo sobre la sien del otro. Se incorporó e intentó correr lo más que pudo, ignorando gran parte de su dolor. Llegó hacia una carreta destrozada y se refugió tras ella cuando el dolor en un pierna fue inolvidable. Gimió al ver su herida, brillante y roja por la sangre que aún salía. Debía limpiar eso más tarde.

Observó por uno de los lados, lo caminantes parecían mezclarse por el humo por lo que suspiró enormemente aliviada. Volteó para mirar al otro lado y no tuvo oportunidad de apartar al muerto que se le abalanzó.

Hasta que, inesperadamente,algo que pasó como una ráfaga por detrás del muerto arrasó con su cráneo, matándolo por completo.

Neferet se recargó asustada sobre la madera.

Un muchacho pelirrojo muy atractivo de ojos azules y una especie de armadura apareció frente a ella,  montando un caballo castaño perfectamente cuidado.

—Daniel.—se presentó estirando su mano hacia ella. La pelinaranja negó confundida. —O recibes mi ayuda o te comen los muertos. —comentó con gracia.

Último Trapecio En El Fin Del Mundo|| Daryl Dixon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora