Capítulo 80

1.8K 156 54
                                    

Capítulo LXXX:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo LXXX:

El Primer Día Del Resto De Tu Vida

Cariño... Despierta. —

Sasha se despertó de repente al oir la suave voz de Abraham junto a un toque cariñoso sobre su pierna.

—¿Qué sucede? ¿Tenemos que hacer algo? —preguntó preocupada.

—No. Por ahora, todo va bien. —

Sintiéndose algo más relajada, Sasha se incorporó y lo abrazó para darle un necesitado beso.

—Vaya... —sonrió juguetón. —Buenas tardes. —

—Estás aquí... —dijo sin poder creérselo.

—Si... Y me siento muy contento de verte ahora. —

—¿Regresaron? —

—Todavía no. Sé que trabajaste toda la noche y volverás a hacerlo hoy. Así que no quería despertarte. —suspiró poniéndose más serio. —Maggie tiene problemas. —

—¿Qué tiene? —

Algo con el bebé. Rick y Nefera la llevarán al médico de la Cumbre. Ellos todavía no lo saben, pero los acompañaré.—explicó viéndose preocupado. —Yo... Sé que lo nuestro es muy bueno... Pero quería que... —

—No... —lo detuvo.

—¿"No" qué? —preguntó confundido.

—No vayas. —

Sasha observó que la puerta se abría, dejando ver a un muy sonriente Negan, trayendo una bandeja con una tapa.

—Bienvenida al primer día del resto de tu vida, Sasha. —saludó amigable, dejando la bandeja en frente de sus pies. —Hoy me ayudarás a poner las cosas en orden. Eres lista, sumamente atractiva, profundamente digna y no tienes paciencia para los tontos. Nadie deseará verte morir. Yo no lo deseo. Así que... No tendrás que morir. Pero alguien si. Quizá un par más como mucho. Pero no tú, y la otra mayoría. Vamos a resolver esta mierda. Sirvete. Es un gran día. —

Destapó la bandeja, dejando ver un infantil desayuno de frutillas, nueces y trozos manzanas junto a un panqueque con arándanos que dibujaban una carita sonriente.

—¿Qué necesitas de mi? —

[•••]

Neferet mantuvo su arma en alto mientras que Daryl no paraba de mirar con ira contenida al rubio.

—Mírame.—exigió al ver que el rubio no le sacaba la mirada de encima al cazador. Ni siquiera podía permitir que lo mirase, no después de todo lo que había hecho y en la mierda en que los había metido. Dwight obedeció y la miró.—¿Por qué? —

Último Trapecio En El Fin Del Mundo|| Daryl Dixon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora