Último Trapecio En El Fin Del Mundo|| Daryl Dixon [EN EDICIÓN]

Capítulo 58

Capítulo LVIII:

De Principio a Fin

Los globos verdes se elevaron por el aire y Maggie no pudo estar más que feliz por saber que esa era la señal que le daba el amor de su vida.

Bajó rápidamente del puesto del vigilancia y corrió a todo lo que sus pies daban para acercarse a Rick.

—¡Es Glenn! —exclamó con una gran sonrisa. Rick asintió, pero el crujir de la madera desfiguró su cara. Luego más y más . Entonces sucedió... La torre del reloj cayó y los caminantes se abrieron paso a la comunidad.

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—¡Todos! ¡Métanse a sus casas! ¡Ahora! —ordenó Rick.

—¡Rick! —exclamó Deanna cuando la oleada inmensa de caminantes se abría en paso en la comunidad y el sheriff disparaba, arriesgando su vida para que los demás tuvieran ventaja.

—¡Tienes que regresar! —

—¡Tenemos que regresar! —corrigió mientras disparaba torpemente a un caminante, sin rematarlo. Corrió tras él. —¡Rick! —

—¡Cuidado! —exclamó cuando dos caminantese se abalanzaron encima, haciendo que su cintura caiga sobre una sierra. Rápidamente tomó su mano y la atrajo hacia él, ayudándola a moverse.

Retomó el camino para dirigirse hacia una de las casas y se alivió efímeramente entre tanta mierda por ver a Carl, Michonne, Ron, y Gabriel, llegando tras ellos.

Pero los caminantes los rodearon y cuando parecía que no había salida, una brecha se abrió gracias a los disparos.

—¡Vamos! ¡Tengo a Judith! —exclamó Jessie, guiándolos hacia su casa.

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—¿Dónde está Nilo? — preguntó rápidamente a su hijo mientras que Gabriel y Michonne llevaban a Deanna a un cuarto en la planta alta.

—Aaron vino a buscarlo esta mañana, está con ellos.—

Rick asintió con alivio.

—Iré a ver a Deanna, no te alejes
mucho, ¿okay? —

El adolescente asintió y Rick se dirigió con Michonne y Deanna. Esta última se hallaba en una cama, mientras que la morena vendaba la herida de su pierna.

—¿Cómo estás? —preguntó en el marco de la puerta. Deanna parecía agonizar.

—No quiero ofender a Michonne... Pero lo que me está haciendo en la pierna, me hace ver las estrellas. —