Capítulo 81

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Capítulo LXXXI:Si Comenzamos el Mañana Justo Ahora

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Capítulo LXXXI:
Si Comenzamos el Mañana Justo Ahora...

Sintió el sudor recorriendo por cada intersticio de su cuerpo,junto al ritmo ya calmado de su respiración. Recargó su cuerpo sobre el árbol que tenía colgado aquel pequeño vitral roto y miró sus manos llenas de sangre propia y ajena.

Dejó a un lado el fragmento de vidrio con el que le había puesto fin y cerró sus ojos, dejando caer sus lágrimas.

Todo había acabado.

Luego de esa pequeña victoria en Alexandría, las comunidades volvieron a separarse preparándose en sus respectivos hogares para la guerra.

Alexandría reforzó los autos desde los costados con placas de metales, el Reino preparó más armaduras y continuó con los entrenamientos, mientras Hilltop fabricaba las armas.

En solitario, Daryl se dirigió de nuevo a la base salvadora solo para entregar un mensaje. Divisó a Dwight junto a una de las motos y disparó una flecha con una nota adherida que se insertó en la rueda de la misma.

"Mañana".

El rubio no logró encontrarlo con la vista, pero rápidamente supo que se trataba de Daryl.

Por su parte, en el puente a unos kilómetros de la base de Negan, Neferet chilló enojada cuando se vio inevitablemente rodeada y al borde de ser derrotada. Descubrieron su ubicación muy fácilmente.

—B, 6.—

—¡Hundiste mi acorazado!—lloriqueó mientras le cedía su dulce de regaliz.

Tara rió divertida mientras anotaba otro triunfo y Carol solo pudo rodar sus ojos al ver que estaban jugando en un momento tan importante.

En aquel campo abierto, donde la mayoría de las comunidades estaba reunida, Rick, Ezekiel, Neferet y Maggie cumplían su tarea como oradores , dándoles fuerzas y esperanzas a la gente.

—Cuando lo conocí... —comenzó Rick. —... Jesús me dijo que mi mundo se volvería mucho más grande. Bueno, encontramos ese mundo. Nos encontramos a nosotros. Ese mundo más grande nos pertenece por derecho. Que nos hayamos reunido por él, todos nosotros... Eso es aún más cierto. Nos corresponde por derecho. Cualquier persona dispuesta a vivir en paz, respetar la justicia y encontrar intereses comunes... También tiene derecho. —


Neferet, Carol y Tara sonrieron situadas sobre aquel puente al ver que el desfile comenzaba a presentarse.

—Al suelo—ordenó Carol. La muchachas asintieron y se ocultaron de la vista detrás del pequeño muro que aseguraba el puente.

Último Trapecio En El Fin Del Mundo|| Daryl Dixon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora