Último Trapecio En El Fin Del Mundo|| Daryl Dixon [EN EDICIÓN]

Capítulo 52

Capítulo LII:
Vas a Morir

Había algo en esa propuesta que le fascinaba. Un pequeño brillo, una esperanza. Algo que le hacia sentir que quizá podría volver a ser la misma de antes, tal y como Daryl había dicho.

Daryl... Como extrañaba a ese mugroso. Debía admitir que, si bien nunca le perdonaría, tal vez si era más sano intentar olvidar el pasado, para poder ser amigos en el presente y el futuro.

Las respiraciones fuertes de Rick la trajeron de la realidad. En las pocas noches que habían dormido juntos, este le abrazaba posesivamente en sus sueños. Esa noche, había sido diferente. Al regresar a su casa, luego de la agradable y familiar cena de Aaron, alimentó y recostó a su hijo. Luego ella se dirigió a su propia cama y apenas cerró los ojos, el sheriff había regresado. Supo que tomó una ducha por su olor suave a jabón, pero también el alcohol se impregnó en sus fosas nasales y ni siquiera quiso saludarlo. Solo sintió el peso de la cama hundiéndose, y a él tratando de alcanzarla con su brazo, más no se dejó y en su lugar colocó la almohada. Le dio la espalda y casi al borde de esa gran cama, durmió toda la noche.

Suspiró cuando los ronquidos suaves del sheriff aparecieron y decidió levantarse.

Si bien había aceptado el trabajo como reclutadora , el dia de hoy, realizaria una última expedición con Aiden, por petición de Deanna, para poder limar asperezas, según los dichos de la lider.

No esperó a arreglarse para tomar en brazos a su bebe; Judith aún se mantenía dormía, tenía un sueño más pesado que el pequeño Nilo.

Apenas lo recostó en su pecho, sintiendo su calor, supo que podría quedarse sola el resto de su vida, pero si al volver a casa, él la esperaba, simplemente sería todo lo que necesita para estar feliz.

[•••]

Hablando en susurros tiernos para el hijo de la pelinaranja mientras lo mecía en sus brazos, Maggie observaba el grupo donde Tara, Noah, Aiden, Nicholas, Nefera y su esposo, Glenn se hallaban , planificando su salida y equipando la camioneta en la que se transportarían.

Nefera y Tara se acercaron divertidas a Noah.

—Ya sueltalo amigo. —

—¿Qué te traes con Molly? — cuestionó Tara.

—¿Por qué preguntan? — cuestionó ante las chismosas.

—P-por nada. —la pelinaranja alzó sus hombros con inocencia. Noah rió y volteó, ignorándolas. Tara saltó hacia él para molestarlo, mientras Maggie se acercaba con una sonrisa a Nefera.

—Gracias.— dijo la oji verde.

—¿Por dejarte a Jack el Destripador de leche? — señaló a su hijo en los brazos ajenos.