Último Trapecio En El Fin Del Mundo|| Daryl Dixon [EN EDICIÓN]

Capítulo 17

Capítulo XVII:
El Álamo

—¡Rick!—Neferet exclamó desesperada, alternando su mirada entre el sheriff y la morena.— ¿Qué esperas? Debemos...

—No, aguarda.— Ordenó él, mirando fijamente a la desconocida. Esta traía el cuerpo cubierto de vísceras podridas, aquella era la razón de que los caminantes la ignoraran por completo. Pero había algo más... Ella parecía estar padeciendo alguna clase de dolor y al mirar con detenimiento su cuerpo descubrió la herida en su muslo derecho, de la cual comenzó a brotar la sangre que atrajo a los caminantes cual tiburones.

—¡Rick! — Insistió la circense cuando los muertos voltearon hacia la desconocida.

—¡Aguarda! — Gritó exasperado.

Pero la circense se hartó de esperar.

—¡No! ¡Está en peligro!

Rick despegó su mirada de la morena al distraerse con la circense yendo directo a la valla para saltarla.

—¡Carl! — Exclamó; el menor le se acercó corriendo y tomó a Judith en brazos en lo que él tomaba las llaves.

Entretanto, apenas Neferet puso sus pies en tierra y su primera acción fue lanzar uno de sus cuchillos a la frente del caminante más cercano a la morena. Con el restante trató de deshacerse de tantos muertos como podía.

La desconocida desenfundó la katana con la que cargaba y como pudo comenzó a ayudarla. A su vez, algunos disparos comenzaron a resonar en el campo; Rick les brindó ayuda desde el interior de la valla, una vez abrió las cerraduras de la puerta.

Pero poco fue el tiempo en que la morena permaneció de pie, pues acabó por desmayarse al cabo de algunos segundos.

—¿La mordieron? — Preguntó Hershel al llegar a la valla. Neferet de prisa comenzó a revisarla y Rick llegó junto a ella segundos después.

—Solo está herida—. Informó la circense. —Cúbreme.— Le pidió al sheriff, este asintió, se incorporó y disparó a los caminantes en el radio más cercano. Entonces la circense tomó a la morena y se la llevó al hombro con la gran fuerza que tenía.