Capítulo 47

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Capítulo XLVIII:Ahora

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Capítulo XLVIII:
Ahora

Se relajó tanto bajo las caricias cariñosas de Rick sobre su brazo y su vientre, que había acabado dormida en su hombro.

El ruido del motor era lo único que en su incosiencia escuchaba, pero luego de que sintió el cuerpo del hombre a su lado vibrando por su voz,  despertó suavemente, siendo recibida por una sonrisa del mismo, la cual correspondió adormilada.

—¿Cuánto falta? —preguntó mirando a Noah en el asiento del copiloto junto a Tyreese como conductor, a sabiendas de que su mejor amiga y el coreano se hallaban detrás.

—Estamos cerca. Ocho kilómetros. —respondió. Rick asintió y tomó su radio.

—Carol.—

Te escucho. —

—Estamos a mitad de camino, quería verificar el alcance.—

Todos estamos bien. —respondió.—Hicimos ochocientos kilómetros. Quizá ya pasó la peor parte.

Oh,como deseaban que eso fuera así.

—Debemos estar por llegar. Dame veinte minutos para comunicarme de nuevo. —

Si no tenemos noticias, iremos a buscarlos. —

—Entendido.—finalizó la llamada.  Neferet vio pensativa cómo guardaba el radio en su cinto y llevaba aquella mano de nuevo hacia su vientre... Su muy crecido vientre. Suspiró, pues cada vez que lo veía tenía miedo de que llegara el momento. No sabía si estaba preparada y no era específicamente por el parto, si
no por su futuro como madre... Y padre, a la vez. Porque era así, estaba sola en esto, y no podía pedirle a Rick que haga un sacrificio tan enorme como lo era criar un hijo que no era suyo. Sin embargo, ahí estaba él, acariciándola y tratándola con cariño, uno que nunca había sentido con el cazador. ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué se dedicaba tanto a ella? No tenía ni idea,  pero la hacia sentir tan bien.

No se dio cuenta de cuánto tiempo había pasado hasta Noah avisó que faltaban tres kilómetros para llegar.

—Detente en el bosque. Iremos a pie. —pidió Rick a Tyreese.

—No será necesario. —negó el joven. —Podemos estacionarnos en...—

Neferet lo interrumpió.

—Tres...Tómalo o déjalo. —

[•••]

Como bien habían dicho, estacionaron en el bosque y siguieron a pie, siendo guiados por Noah, pero el trayecto fue interrumpido por algunos alambres que cerraban el perímetro.

—¿Tu grupo hizo esto? —cuestionó Michonne.

—Estaba en sus planes. —respondió mientras los demás cruzaban.

Último Trapecio En El Fin Del Mundo|| Daryl Dixon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora